MAYO 26
Gervin salva al TDK Manresa (1990)
5/26/2016 - 9:43 AM
Uno de los más prolíficos anotadores en la historia del baloncesto estadounidense pasó por la Liga ACB, en una estancia muy breve pero suficiente para salvar a su equipo del descenso. George “Iceman” (Hombre de hielo) Gervin (Detroit, Michigan, 27/IV/1952) jugó 14 temporadas en la NBA y la ABA, marcó 28.818 puntos y en cuatro de ellas (ver 9/IV) fue el máximo anotador, algo que sólo Michael Jordan (10), Wilt Chamberlain (7) y Allen Iverson (4) han igualado o superado.
JUAN ANTONIO CASANOVA
En 1986 dejó los Bulls y jugó un año en el Bancoroma. Su último partido en la NBA (5 minutos, 1 asistencia, ningún tiro) fue el de los 63 puntos de Michael Jordan en Boston (ver 20/IV). Los mismos que Gervin dejó como récord personal ocho años antes.
Vamos a la temporada 79-80. El TDK Manresa tenía problemas en una época en que el descenso sí que se hacía efectivo. Para evitarlo, surgió la opción de fichar a George Gervin, que apuraba su carrera en la CBA, una liga profesional de segunda categoría, después de pasar por una clínica de desintoxicación. A pesar de ello, y de que andaba ya cerca de los 38 años, Flor Meléndez, el entrenador del equipo catalán, no lo dudó.
Gervin, que sustituyó a Boban Petrovic, debutó en el TDK el 20 de enero, en casa frente al Cajacanarias y ante una gran expectación. No defraudó, sobre todo en el primer tiempo, en el que marcó 23 puntos. Luego tuvo problemas de faltas y acabó con 31, más 8 rebotes, en 27 minutos. Lo malo fue que su equipo perdió (79-92). Igual que el segundo partido, otra vez con 31 puntos suyos. En el tercero se quedó en 24, pero fue la primera victoria: 78-75 ante el Puleva de Granada. Su productividad ofensiva, entre un raro mínimo de 10 y un tope de 42 puntos, no evitó que el equipo tuviera que jugar el playoff de permanencia. Ni que, una vez en él, perdiera ante el Valvi Girona los tres partidos de la primera eliminatoria, en los que marcó 38, 19 y 34 puntos.
La salvación había que jugársela con el Tenerife N.º 1. Para empezar, victoria agónica (84-83), con 39 puntos de Gervin, que no salió de la pista ni un instante. Pero todo se complica en el segundo partido, también en casa: sus 33 puntos no evitan el 1-1, que obliga a ganar en Tenerife. Y no lo hace una vez, sino las dos: el 24 de mayo (83-85) y dos días después (83-88). Con 43 y 31 puntos suyos. En ambos casos, sin un segundo de descanso. El TDK seguía en la élite.