MARZO 28
El AEK-Tau se ha de repetir (2001)
3/28/2016 - 9:16 AM
Primera Euroliga organizada por la ULEB, en la temporada 2000-01, la única que concidió con la Suproliga de la FIBA. El Tau juega en la pista del AEK el 28 de marzo la ida de una semifinal. El empate a 65 lleva a la prórroga y los alaveses están ganando por 73-74 cuando en el último segundo el griego Kakiuzis tira y falla. El partido ha terminado. Pero no. La bocina no suena, Dikudis pilla el rebote, encesta y Radic, árbitro croata, da por buena la canasta y el triunfo local por 75-74.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Se armó una buena. Radic acusó a Elmer Bennett, base estadounidense del Tau, de haberle golpeado. Y Dusan Ivkovic se curó en salud: “Nunca se ha cambiado un resultado por algo así”. El Tau firmó el acta bajo protesta y el juez único de la competición, el portugués José Manuel Meirim, reconoció que la canasta se había producido fuera de tiempo y decidió que, ya que no podía modificar un marcador que los árbitros habían validado, el partido debía repetirse entero, con los gastos a cargo de la Euroliga. Además multó al Tau con 1.000 euros por el “comportamiento antideportivo” de sus jugadores. Y, como el problema no lo habían provocado los espectadores, la Euroliga no atendió la petición de los vascos de que se jugara a puerta cerrada. “Cuando el resultado real y del final del partido no coinciden, sólo quedan dos opciones –explicó el director de la Euroliga, Jordi Bertomeu-: dejarlo como estaba, que es lo que se hacía antes, o aplicar el reglamento, que es lo que se hace ahora”.
Dos días después de la polémica, antes de conocerse la decisión del juez, los alaveses tenían que jugar el segundo partido, también en Atenas. En medio de un ambiente muy cargado, Bennett fue el hombre clave en la victoria visitante por 67-70, con 25 puntos y los dos últimos tiros libres.
Con esa ventaja jugó el Tau la repetición, el 4 de abril. Y supo aprovecharla a la perfección. Sobre todo el lituano Stombergas, que hizo el partido de su vida: 39 puntos en 34 minutos, con un excepcional 9/9 en triples. Entre los dos anteriores (el anulado y el segundo) sólo había sumado 6 puntos.
La serie podía acabar en Vitoria tres días después. Y así fue. Venció el Tau por 76-72, con la anotación muy repartida (16 Alexander, 15 Scola y Oberto), y se clasificó para la final, en la que el Kinder de Bolonia, que tenía ventaja de pista, ganó el quinto partido por 82-74 y consiguió el título.