Han pasado casi 28 años desde que Darryl Middleton (Nueva York, 21/VII/1966) fue elegido por Atlanta Hawks en el puesto 68 del “draft” de la NBA –donde nunca llegó a jugar-, tras una temporada en la universidad de Clemson y dos en Baylor. Y 24 y medio desde su debut en España, en la primera jornada de la Liga ACB 91-92, cuando contribuyó con 21 puntos y 11 rebotes a la victoria del Valvi Girona sobre el Gran Canaria (87-63).
JUAN ANTONIO CASANOVA
Hasta hace dos años, a punto de cumplir los 48, siguió jugando. De un punto a otro va una carrera excepcional, en cantidad y calidad, que entre otros premios ha tenido los de dos Ligas ACB y tres veces el MVP, dos Ligas y una Copa en Grecia, una Suproliga y una Euroliga.
Sus 203 centímetros, escasos para jugar de ala pívot y no digamos de pívot, fueron la razón de que ningún equipo de la NBA confiara en él, así que tuvo que buscarse la vida en Europa. Primero, en Turquía: un año en el Cukurova. Después, en Italia: dos en el Teorematour Arese de la A-2. Y de ahí, a España, para una primera temporada en el Valvi, en la que fue el cuarto anotador de la Liga (24,1 p.) y se ganó dos años de contrato con el Caja San Fernando de Sevilla, en las que acabó segundo (21,1) y octavo (18,1) en dicha clasificación. Un seguro de vida que le ganó una plaza en el Barça: dos años, dos Ligas.
Cuando dejó el Palau aún le quedaban cuatro buenas campañas en la ACB: dos de vuelta al Valvi, una en el Joventut y otra con los gerundenses, a los que dejó (de momento) en el 2000 para fichar por el Panathinaikos, una vez conseguida la ciudadanía española. Tenía ya 34 años, pero le fue muy bien: en su primera campaña ganó la Suproliga, y en la segunda, la Euroliga. Estuvo allí hasta el 2005, cuando fichó por el Dinamo de San Petersburgo. Y vuelta a Girona, para otras dos temporadas en la ACB y luego, cuatro más en el Sant Josep de la LEB. Bueno, tres y media, porque el 16 de marzo del 2011 –acogiéndose al decreto 1006, pues la normativa de cupos no permitía su traspaso- firmó contrato por dos meses con el Power Electronics de Valencia y once días después, en la victoria sobre el Lagun Aro (84-75), se convirtió en el jugador (9 minutos, 0 puntos, 3 rebotes) de más edad de la historia de la ACB. Tenía 44 años, 8 meses y 6 días. Lucentum y Servigroup Benidorm fueron sus últimos equipos. Después pasó al banquillo, como técnico ayudante de Dimitris Itoudis en el CSKA de Moscú.