FEBRERO 26
El rey de las asistencias llega a 11.000 (1996)
2/26/2016 - 9:39 AM
Seguramente John Stockton (Spokane, Washington, 26/III/1962) no aparecería en los dos o tres primeros puestos a la hora de apostar por el mejor base de la historia de la NBA. Pero sí debe figurar por derecho propio en una de las posiciones inmediatas.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Y, desde luego, en el podio entre los jugadores que siempre antepusieron el pase al tiro. Todo un clásico de la vieja escuela con su 1,85 m. A lo largo de su carrera –diecinueve temporadas, siempre en Utah Jazz- repartió 15.806 asistencias, cifra que parece inalcanzable, porque quien le sigue de momento, Jason Kidd, se quedó en 12.091 y ningún jugador actualmente en activo llega a las 9.000. En promedio por partido, Stockton es segundo, con 10,51, tras las 11,19 de “Magic” Johnson.
Después de promediar 20,9 puntos y 7,2 asistencias en su último curso en la universidad de Gonzaga, Stockton fue elegido en el puesto 16 del “draft” de 1984 por Utah Jazz. Al año siguiente se le unió Karl Malone (ver 5/XII) y durante dieciocho temporadas, hasta que el base se retiró y su compañero se fue un año a Los Lakers, formaron la pareja más fiel de la historia de la NBA. Sería interesante, aunque lógicamente imposible, saber cuántas de aquellas asistencias de Stockton acabaron en canasta de Malone. Nunca consiguieron el título (cayeron en lasa finales del 97 y el 98 ante los Bulls de Michael Jordan), pero sí dos medallas de oro olímpicas juntos, las de Barcelona’92 y Atlanta’96. También compartieron el premio al MVP del “All Star” del 93, en su “casa”, Salt Lake City, uno de los diez que jugó el base.
Stockton no se consolidó como titular hasta su cuarta campaña profesional. A partir de ella, nunca promedió menos de 10 puntos por partido. Ni en siete temporadas menos de10 asistencias. En ese estreno como titular (1987-88) ya batió el récord de asistencias en una temporada que tenía Isiah Thomas: 1.128. Tres años después lo superaría, con 1.164, aunque el mejor promedio fue el de la 89-90, con 14,54 por partido. La razón es que esa temporada jugó “sólo” 78. Fue una de las dos únicas en su carrera en que se perdió alguno. Pese a su aparente normalidad física (normal para una vida común, no para un deportista de élite), era un superdotado también en ese aspecto.
El 1 de febrero de 1995 superó, con 9.921 asistencias, el récord absoluto que tenía “Magic”. Y el 26 de de febrero de 1996, en un triunfo por 110-87 ante Phoenix, era el primero que llegaba a los 11.000. Jason Kidd lo consiguió casi 15 años después. Y nadie más hasta ahora.