Pete Mickeal (Rock Island, Illinois, 22/II/1978) ha sido seguramente el alero más relevante de la Liga española en los últimos años, clave en los éxitos del Tau primero y el Barcelona. Un 1,99 m con fortaleza física, buen tiro exterior y gran velocidad para encarar la canasta que le hacía muy difícil de defender.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Sin embargo, su consagración en el baloncesto profesional como el jugador importante que prometía en el instituto y en la universidad se hizo esperar. Aunque Dallas le eligió en el puesto 29 del “draft”, fue New York el que le firmó un contrato. Pero se pasó la temporada en blanco porque estaba lesionado y no llegó a debutar en la NBA. Tampoco pasó una prueba con el Estrasburgo y tuvo que “reinsertarse” en la nueva ABA, que ya no era ni mucho menos una liga grande como en su etapa inicial. En el 2002 llevó al título a los Kansas City Knights y fue el mejor jugador de la temporada y de la final. Pasó por Filipinas y por la CBA y en noviembre del 2003 dio por fin el salto a Europa, fichado por el Peristeri. La temporada siguiente jugó un solo partido con el Dinamo Moscú y el resto con el Makedonikos griego. Luego, el Leche Río Breogán, su debut en la ACB, de la que fue el segundo anotador (19 puntos), y el Daewu Orions de Corea del Sur.
Un año después, en el 2007, dio el paso que pondría lustre a su carrera. Llegó al Tau y en sus dos temporadas ganó una Liga, una Copa y una Supercopa, ganándose el fichaje por el Barcelona, al que había hecho mucho daño. En su primera temporada azulgrana (2009-10) ganó la Copa y la segunda Euroliga del club. En la segunda, Liga y Copa, aunque no pudo acabarla por la enfermedad a la que enseguida nos referiremos. En la tercera, otra Liga. Y en la cuarta, otra Copa, con él de MVP.
Pero el 19 de febrero del 2011, cuando estaba a punto de reaparecer tras una operación de rodilla, se le diagnosticó una tromboembolia pulmonar. Ya no jugó más aquella temporada. Y lo peor fue que, tras volver a hacerlo con aparente normalidad, dos años después, el 25 de marzo, se repetía el episodio. Otra vez de baja, final de contrato y en septiembre, aunque él decía que estaba recuperado, el club no le renovó, atendiendo el consejo de los médicos. En enero del 2014 volvió a jugar, en el UCAM Murcia. Sólo un mes. Cuatro partidos, cuatro derrotas. Luegó pasó por los Cangrejeros (Puerto Rico) y los Bucaneros (Venezuela) y ahora está en el Atenas (Argentina).