HISTORIAS 366 - DICIEMBRE 6
Los Lakers remontan 27 puntos en el último cuarto (2002)
12/6/2016 - 10:05 AM
El 6 de diciembre del 2002 Dallas Mavericks se presentó en el Staples Center de Los Angeles, para jugar contra los Lakers, como el equipo más en forma de la NBA. Nash, que muchos años después ficharía por el equipo californiano; Nowitzki, Finley, Van Exel... Los texanos tenían muchos grandes jugadores. En el descanso ganaban por un apabullante 36-64 que provocó una fuerte bronca de la afición local a su equipo. Diferencia que sólo había disminuido en un puntito (61-88) al final del tercer cuarto. La paliza parecía inevitable.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Pero los Lakers no se rindieron. En sólo 3m 24s la distancia se había reducido de 27 puntos a 10 (82-92). El milagro ya no parecía imposible. Y menos cuando los Mavs estuvieron 4 minutos sin anotar (93-96). Kobe Bryant empató el partido a 100 con un triple a falta de 1m 28s y un tiro libre de Robert Horry dio a los californianos la primera ventaja del partido (101-100), que Van Exel anuló con un triple. Shaw volvió a empatar, falló Nash y los árbitros decretaron salto entre dos después de que uno de ellos señalara una falta contra los Lakers. Los Mavs ganaron la posesión, pero Nash perdió aquel balón de oro ante Shaquille O'Neal. Un regalo que Kobe no desaprovechó: a falta de 8 segundos logró el definitivo 105-103 en medio de una explosión de entusiasmo en la pista y en las gradas.
Culminaba así una remontada de 27 puntos. Hubo antes una renta más amplia perdida, de 34 puntos de Utah ante Denver, pero eso fue durante toda la segunda parte y no en un solo cuarto como les había bastado a los Lakers. Un cuarto para enmarcar, saldado con un increíble parcial de 44-15 después de anotar 16 canastas en 18 lanzamientos en juego y 8 de 11 tiros libres. Bryant fue el héroe, no sólo por anotar la canasta final, sino porque 21 de sus 27 puntos, más 9 rebotes y 7 asistencias, llegaron en ese último período, a pesar de haber sufrido una lesión muscular en el anterior. "Podríamos habernos dejado ir y no creo que nadie se hubiera sorprendido demasiado -declaró-, en vista de lo mal que estábamos jugando. Pero el corazón de los campeones todavía late dentro de nosotros. Somos unos luchadores".
También Shaq contribuyó lo suyo, con 26 puntos y 11 rebotes. Entre los visitantes, 25 de Van Exel, 22 y 7 asistencias de Nash ("Ha sido demasiado fácil en la primera parte y demasiado difícil en el último cuarto", lamentó el base) y 21 y 12 rebotes de Nowitzki.