HISTORIAS - DICIEMBRE 4
Latrell Sprewell pega a su entrenador (1997)
12/4/2016 - 8:49 AM
Latrell Sprewell (Milwaukee, 8/IX/1970) fue un magnífico jugador de baloncesto, tanto en ataque (promedió 18.3 puntos por partido a lo largo de su carrera en la NBA) como en defensa. Cuatro veces All Star, miembro del quinteto ideal de la temporada 93-94, subcampeón con los Knicks en 1999. Lamentablemente, más que por todo eso se le recordará por sus intemperancias y sobre todo por una agresión a P.J. Carlesimo, cuando era su entrenador en Golden State Warriors, que hizo que la NBA le castigara, el 4 de diciembre de 1997, con un año de suspensión de empleo y sueldo.
JUAN ANTONIO CASANOVA
El suceso ocurrió tres días antes, durante un entrenamiento con los Warriors, su primer equipo en la NBA, que le había elegido en la primera ronda del "draft" de 1992, en el puesto 24. Carlesimo le recriminó a gritos los pases que estaba fallando. El jugador le dijo que no estaba para críticas y que mantuviera las distancias. Cuando el entrenador se le acercó, Sprewell se fue a por él, amenazó con matarle, le agarró por el cuello, dejándole una marca bien visible, y lo tiró al suelo, antes de que sus compañeros pudieran intervenir. Veinte minutos después, tras dejar por fin el entrenamiento, a lo que en principio se había negado, el jugador insistió y le dio un golpe en la cara. En un principio los Warriors le castigaron con diez días de pérdida de empleo y sueldo (aquel año ganaba 7,67 millones de dólares), pero al comprobar la magnitud del escándalo decidieron cancelar su contrato. Sprewell apeló y la sanción del club quedó en 68 partidos, los que faltaban para el final de la temporada. Entonces pasó a los Knicks y acabó su carrera en el 2005, tras dos años en los Wolves.
El incidente con Carlesimo, que antes ya había tenido algunos con otros jugadores, fue el más grave, pero no el primero de la carrera de Sprewell. En 1993 se peleó en un entrenamiento con su compatriota Byron Houston, una mole; en 1995 hizo lo mismo con Jerome Kersey y le amenazó con volver con una pistola, y un mes antes de la pelea ya se las había tenido con Carlesimo, de quien el jugador dijo entonces que era "un chiste", cuando el entrenador le pilló riéndose mientras su equipo perdía por 35 puntos en la pista de los Lakers.
Una vez retirado, Sprewell volvió a ser noticia por sus problemas económicos, que le obligaron a subastar su yate y varias propiedades. Lo que se dice una buena pieza.