366 HISTORIAS - DICIEMBRE 11
Las anécdotas de un viaje a Filipinas (1962)
12/11/2016 - 9:08 AM
Filipinas debía organizar el IV Campeonato del Mundo en diciembre de 1962, pero la FIBA tuvo que cancelarlo ante la negativa de aquel gobierno a conceder los visados de entrada al equipo de Yugoslavia y a los miembros del comité central de la propia FIBA que pertenecían a países comunistas. En vista de ello, la Federación Filipina organizó en las mismas fechas un gran torneo al que invitó a EE.UU., Puerto Rico, Canadá, Australia, Formosa y España. EE.UU. ganó los seis partidos; España, tres. Luego redondeó el viaje con otro torneo en Taipeh.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Al margen de los resultados, que se consideraron un éxito dada la notoria calidad de los participantes, la estancia de la selección de Joaquín Hernández en Manila, donde se disputó el primer torneo entre el 1 y el 11 de diciembre, fue pródiga en anécdotas. Nadie mejor para recordarnos alguna con su buena memoria, más de medio siglo después, que José de Lluís Cortés, Lluís para el mundo del baloncesto, el base titular de aquel equipo, 116 veces internacional y después fiel ayudante de Antonio Díaz Miguel en la selección.
La primera, nada más llegar al hotel, espléndido, cuya estancia costeaban los empresarios españoles radicados en Manila. Lluís y Alfonso Martínez se encontraron cerradas las ventajas de la habitación que compartían, aunque la temperatura era de más de 40 grados. Las abrieron antes de ir al entrenamiento y a la vuelta volvían a estar cerradas. Así, varias veces, hasta que Fonso, harto, pilló a un empleado, lo agarró por el cuello y le amenazó: "Como volváis a cerrar las ventanas, te cuelgo". Tuvo que intervenir el director para aclarar que el hotel disponía de aire acondicionado, por aquel entonces una innovación de cuya existencia no se tenía noticia en España.
Protagonista de otra fue el inefable general Querejeta, presidente de la Federación Española, que muy interesado en quedar bien ante los anfitriones, porque allí tenía familia y muchos amigos, antes del partido contra Filipinas entró en el vestuario y arengó así a los jugadores: "Venimos a representar a nuestra patria en un país al que trajimos la religión". Ganó España por 82-77 ante 25.000 espectadores, volvió el general al vestuario y tras decirles que "hoy la patria se siente orgulloso de sus hijos; habéis dejado el pabellón español en lo más alto" les fue felicitando uno por uno. Bueno, no a todos. A Miguel González le dijo: "Tú no, porque no has jugado".