Navarro debuta... de base (1997)
No andaba muy bien el Barcelona en aquella primera parte de la Liga ACB 97-98. Aunque iba remontando, después de doce jornadas llevaba tantas derrotas como victorias, algo muy poco habitual. Aun así, se daba por descontado que el Covirán de Granada no iba a presentar muchos problemas en su visita al Palau Blaugrana aquel domingo 23 de noviembre y el mayor atractivo del encuentro estaba en la probable reaparición de un jugador muy importante, Roberto Dueñas, que llevaba tres meses sin jugar por una lesión.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Volvió Dueñas, en efecto. Jugó 9 minutos y aportó 4 puntos y 3 rebotes a una victoria (99-75) que no parecía tan sencilla cuando los granadinos se acercaron hasta un 51-48 al comienzo del segundo tiempo. Pero no fue el pívot el protagonista, sino un debutante de 17 años, Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, Barcelona, 13/VI/1980), al que Joan Montes dio la primera oportunidad en el primer equipo porque Rafa Jofresa estaba lesionado y los jugadores del equipo vinculado Chema Marcos y Juan Pedro Cazorla también tenían problemas físicos.
Sí, Navarro jugó de base, y no de escolta, sus primeros minutos en el primer equipo azulgrana. De entrada, los dos últimos de la primera parte, en los que se le vio un poco nervioso. Y luego los seis últimos del partido, ya resuelto éste. Entonces comprobamos todos que estábamos ante un jugador diferente, tan valiente como certero, que enseguida se puso al público en el bolsillo. Primero, al lanzarse al suelo para recuperar un balón bajo el aro visitante. Y enseguida con su desparpajo impropio de un debutante, haciendo honor a su apelativo, "La bomba", en una serie de acciones espectaculares que le dieron 10 puntos en 11 minutos, con 2/3 en tiros de dos y 6/9 tiros libres. No, aquel día no lanzó ningún triple.
"Tiene cosas muy buenas, pero también muy malas", dijo de él su entrenador tras el partido. "Le he dicho que para mí ha estado entre un 5 y un 6 de nota. Dice que ve el aro como una piscina, pero a veces se descentra. Hay que tener paciencia". Montes lo dijo para que el chaval, júnior de segundo año, no se creciera demasiado, pero él sabía mejor que nadie que estaba ante una futura gran estrella mundial que iba a cosechar muchísimos récords.
Navarro jugó doce partidos de Liga aquella temporada. A partir de la 2000-01, con 20 añitos, ya fue siempre titular fijo. De escolta, no de base. Hasta ahora.