Ni lesiones, ni enfermedades, ni sanciones. Nada podía con él. Albert Oliver (Terrassa, 4/VI/1978) siempre estaba disponible para su equipo. Así, hasta jugar 492 partidos consecutivos. Un récord de durabilidad, producto de una buena preparación y una pizca de suerte, que se prolongó durante ¡quince! temporadas.
JUAN ANTONIO CASANOVA
El base catalán empezó a jugar en la cantera del Sferic de su ciudad natal y a los 18 años fichó por el Joventut, que lo cedió al Sant Josep de la EBA. Allí empezaría la cuenta, con 26 partidos en la temporada 96-97, otros tantos en la siguiente y 30 en la 98-99. En total, 82 encuentros en esta competición, a los que habría que añadir ya los cuatro primeros en la Liga ACB con el Joventut: tres en la campaña 97-98, la de su debut (el 19 de octubre de 1997, con 2 puntos de tiro libre en 1m 55s ante el Pamesa, con victoria por 80-61), y otro en la siguiente. Al término de ésta, en 1990, pasó al Caprabo Lleida de la LEB. Estuvo allí dos años, en los que jugó 39 y 38 partidos, y luego otro en el Minorisa Manresa en la LEB: 41 partidos más, para un total de 118 en esta categoría. Subió con este equipo a la ACB en el 2002 y desde entonces ha jugado siempre en la élite, consolidándose como uno de los bases más fiables.
Fueron primero cuatro temporadas en Manresa, con los 34 partidos de cada una. Luego, tres en el Pamesa, con 37 (su primer playoff), 34 y 36, y de Valencia a Madrid para jugar en el Estudiantes. Todos los partidos de su primera temporada (34) y también los de la segunda (36), en la que fue uno de los pocos de la plantilla que se salvaron de un brote de gripe, y de la tercera (36). Y los siete primeros de la Liga 2010-11. Ya eran 288 en la ACB, hasta que una lesión muscular, en el cuádriceps de la pierna derecha, le obligó a parar. Se perdió dos partidos de Liga. El primero, el 21 de noviembre del 2010, en la octava jornada, lo ganó el Asefa Estudiantes al Meridiano Alicante (92-72), resultado que provocó la destitución del entrenador visitante, Óscar Quintana. El segundo, seis días después, lo perdió (84-790) en la pista del CAI.
Una vez recuperado, Oliver jugó los 25 últimos partidos de aquella Liga. Después volvió al Joventut y no se perdió ninguno en dos años (34 y 34), lo mismo que en los tres siguientes (37, 36 y 37) con el Herbalife Gran Canaria. Es decir, otros 203 consecutivos tras el único parón de su carrera y hasta el final de la temporada 2015-16.