Unicaja y DKV Joventut coincidieron en el mismo grupo en la primera fase de la Euroliga 2006-07. Tras perder ambos en la primera jornada, en la segunda se enfrentaban en Málaga, donde la afición del Martín Carpena iba a presenciar, entre sorprendida, admirada y dolida, una de las canastas más impresionantes que se recuerda. La firmó Rudy Fernández en el último segundo y con ella dio la victoria (66-68) a su equipo.
JUAN ANTONIO CASANOVA
El duelo fue vibrante. Tras el 29-33 del descanso, el DKV Joventut de Aíto García Reneses tuvo una ventaja de 9 puntos (35-44), pero Sergio Scariolo cambió a una defensa en zona y su equipo dio la vuelta al marcador (62-56) con un parcial de 15-2. Dos triples de Rudy marcaron la reacción de los verdinegros, que se pusieron de nuevo delante con una canasta de Flis a la que replicó Welsch: 66-66. Después, pérdida de balón del base visitante, Marcelinho; pasos del local, Pepe Sánchez, y la prórroga parecía inevitable cuando, en un saque de banda de banda para los badaloneses desde poco más allá del centro de la pista, en el crono quedaba únicamente una décima de segundo.
Pero una décima puede ser mucho tiempo en baloncesto. Y Rudy lo demostró. Sin mediar tiempo muerto, la Penya modeló la jugada "imposible". Barton lanzó un globo hacia la canasta local, mientras Rudy salía disparado prácticamente desde la misma altura de la pista donde lanzaba el checo, volaba por encima de la oposición de Pietrus y Welsch y tocaba con la punta de los dedos el balón, que entró después de pasearse por el aro.
"Seguro que esta canasta quedará para siempre marcada en el recuerdo -dijo el jugador verdinegro al volver a casa-, sobre todo porque te ayuda a ganar un partido de esta manera. Lo hablamos Bennett y yo, que ya habíamos practicado una jugada parecida, y decidimos que podíamos hacerla".
En la segunda vuelta los badaloneses propinaron una tremenda paliza a los malagueños (105-52, con un 28-7 en el último cuarto), pero ambos cerraron la primera fase con 7 victorias y 7 derrotas, en un grupo dominado por el Panathinaikos (11-3), y se clasificaron para el Top16, donde corrieron suerte muy distinta: el Joventut (1-5) quedó último de su grupo; el Unicaja (4-2), primero del suyo, y en el playoff de cuartos de final superó por 2-1 al Barcelona, lo que le llevó a su primera (y de momento única) "final four", en Atenas. Acabó tercero, tras perder ante el CSKA (50-62) en la semifinal y ganar al Tau (76-74) en la consolación.