Jesús Gil estaba decidido a situar a su Atlético de Madrid en la élite del baloncesto (ver 25/I) y, después de una primera experiencia fallida, en 1990 compró los derechos del Collado Villalba, una población situada a 50 km de Madrid.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Su fichaje estrella fue Walter Berry (Nueva York, 14/V/1964), un alero y ala pívot zurdo, de 2,05 m, buen tiro y mejor penetración a canasta, que le costó 180 millones de pesetas, una enormidad para la época. Apodado "The Truth" ("La verdad"), había coleccionado distinciones en la segunda de sus dos temporadas (21,1 puntos y 9,9 rebotes de promedio global) en la universidad de St. John´s, tras la cual fue elegido por Portland en el puesto 14 del "draft" de 1986. Con los Blazers sólo jugó siete partidos y lo traspasaron a San Antonio, donde hizo dos buenos campañas. No así en New Jersey y Houston, sus destinos posteriores, donde tuvo problemas de lesiones y con sus entrenadores, de modo que en 1989 se despidió de la NBA, con 14,1 puntos y 4,7 rebotes de promedio, y dio el salto a Europa.
Primero, a Nápoles, donde brilló sobremanera, con 31 puntos y 12,2 rebotes en su único año. Y de ahí al Atlético. Una pequeña lesión retrasó su debut hasta la cuarta jornada de Liga, el domingo 7 de octubre de 1990, en un partido televisado y nada menos que ante el Real Madrid. Fue un debut de los que no se olvidan. En el descanso ganaban los rojiblancos por 45-41 y él había anotado diez canastas en once lanzamientos. Una exhibición que todavía fue en aumento después. Como tocado por una varita mágica, Berry fue acumulando puntos y puntos sin que nadie pudiera pararle. El empate a 89 llevó a la prórroga, en la que los blancos impusieron su mayor fondo de armario para imponerse finalmente por 99-107. Berry, que no se perdió ni un segundo de los 45 minutos, acabó con 52 puntos (24/38 tiros de dos, 0/1 triple, 4/6 tiros libres), 15 rebotes, 2 tapones y 2 balones recuperados para una valoración de 56.
Barry fue el máximo anotador de aquella Liga, con 33,1 puntos por partido, una cifra que nadie ha superado todavía, además de 11,7 rebotes. El At. Madrid Villalba se clasificó para la Copa Korac, pero el abandono de Jesús Gil debilitó muchísimo al equipo, que perdería la categoría al año siguiente, ya sin Berry, quien prolongó su carrera hasta el 2002, primero en Europa (Grecia, Eslovenia, Italia) y al final en Venezuela. Nunca volvió a recalar en España.