La entonces recién nacida Asociación de Clubs Españoles de Baloncesto (ACEB, luego ACB) celebró una importante reunión en Madrid, el 5 de octubre de 1982, en busca de un acuerdo con el Barcelona, que se negaba a integrarse en aquel organismo para no perder el contrato unilateral que estaba negociando con TVE. Y a una amenaza ("Mi club es un club de fútbol y las secciones que me dan problemas las disuelvo", aunque lo cierto es que luego les dio todo su apoyo, especialmente al baloncesto) añadió otra el presidente Núñez: la de jugar únicamente la competición europea si los otros trece clubs le hacían el boicot en España, como anunciaron en aquella tensa reunión.
JUAN ANTONIO CASANOVA
No hubo, por supuesto, tal boicot y la Liga 82-83 comenzó con normalidad el 10 de octubre, aunque el Barça, que empezó propinando un 133-78 al Estudiantes, con 32 puntos de Sibilio y 26 de Starks, iba por libre, después de anunciar oficialmente que no podía aceptar una inscripción "que comportaba una limitación de su personalidad e independencia". "No nos podemos arriesgar -dijo el jurista del club, Antoni Muntañola- a que, por ejemplo, la Asociación decida que todos los equipos deben llevar publicidad en las camisetas, algo que el Barcelona no puede hacer por acuerdo de la asamblea". Antoni Novoa, presidente de la Asociación, replicó: "Moralmente su postura no tiene sentido. Los demás clubs necesitan al Barcelona, pero el Barcelona también necesita a los demás clubs".
Después de una reunión de ambas partes con el presidente de la Federación Española, Ernesto Segura de Luna, la asamblea de clubs del sábado 9 de octubre decidió que todos cumplirían el calendario y anunció que no aceptaba la inscripción condicionada del Barcelona y que esta medida no afectaba al acuerdo con TVE.
El mes siguiente Novoa y Núñez llegaron a un acuerdo y el 27 de noviembre, tras una histórica asamblea en que los clubs aprobaron cambios drásticos en las competiciones, que organizarían ellos a partir de la temporada siguiente, aquél confirmó la entrada "sin condiciones" del Barcelona en la Asociación. Lo cual no impidió que el problema rebrotara en febrero del año siguiente, cuando el Barça no llegó a un acuerdo con TVE y no dejó entrar las cámaras en el Palau Blaugrana para el partido que ganó (82-80) al Real Madrid, con lo que forzó un desempate para decidir el título de Liga. Se jugó en Oviedo (ver 7/IV) y se lo llevaron los azulgrana por 76-70.