Aunque muchos creían que eran hermanos, a Sergei Belov (Nashevoko, 23/I/1944) y Alexandr Belov (Leningrado, 9/XI/1951) no les unía ninguna relación de parentesco.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Fueron dos de los mejores jugadores soviéticos de la todos los tiempos y protagonistas destacados de la polémica final olímpica de 1972 (ver 9/IX), en la que Rusia acabó con la supremacía estadounidense. Aleksandr, un pívot de 2,01 m., fue el autor de la canasta más famosa de la historia del baloncesto, y Sergei, un escolta de 1,90 m., el máximo anotador de aquel encuentro, con 20 puntos. El destino decidió que fueran a coincidir, con 35 años de diferencia, en la fecha de su muerte: un 3 de octubre. Aleksandr, en 1978; Sergei, en el 2013.
Las circunstancias del fallecimiento del pívot, que sólo tenía 26 años, achacado oficialmente a un sarcoma cardíaco, un cáncer muy poco habitual, nunca han llegado a aclararse. Un final misterioso para una vida que también lo había sido en muchos aspectos, más allá de la indiscutible valía de un jugador peculiar que, contra lo que era normal en su época, nunca cambió su club, el Spartak de su ciudad natal, con el que ganó la Recopa en 1973 y 1975 y la Liga este último año, por el del Ejército soviético, el CSKA de Moscú. Una negativa ésta que le llevó a ser perseguido por el KGB, según uno de los muchos rumores de todo tipo que rodearon su figura, como el de que había sido desterrado a Siberia por hacer contrabando. Lo que está claro es que las autoridades de la URSS no le permitieron ir a la NBA cuando New Orleans Jazz le eligió en el "draft" de 1975. Pero eso era lo normal entonces.
Con la selección soviética, Aleksandr logró, entre 1970 y 1976, un oro y un bronce olímpico, un oro y un bronce mundial y dos oros y una plata europeos. En Montreal'76 se apuntó el único "triple doble" registrado en unos JJ.OO.: 23 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias ante Canadá.
Con mucho más recorrido, de 1968 a 1980, año en que fue el encargado de encender el pebetero en los JJ.OO. de Moscú, Sergei elevó su botín personal a un oro y tres bronces olímpicos, dos oros, una plata y un bronce mundiales y cuatro oros, dos platas y un bronce europeos, más dos platas mundiales y un bronce europeo como seleccionador. Ganó dos Copas de Europa y once Ligas de la URSS con el CSKA y ocupó el primer lugar en la votación de los 50 mejores jugadores de la historia de la FIBA efectuada en 1991. Entre 1993 y 1998 presidió la Federación Rusa.