Solo cuatro jugadores en la historia de la NBA han conseguido oficialmente un "cuádruple doble" (diez unidades al menos en cuatro de las cinco categorías estadísticas reconocidas al efecto: puntos, rebotes, asistencias, tapones y balones recuperados).
JUAN ANTONIO CASANOVA
El primero fue Nate Thurmond (Akron, Ohio, 25/VII/1941), un pívot y ala pívot de 2,10 m que para algunos especialistas era el prototipo del equilibrio en un jugador interior, mejor defensor que Wilt Chamberlain y mejor atacante que Bill Russell, sus dos famosísimos coetáneos.
Nate the Great (Nate el grande), como le apodaban, lo tenía todo: defensa, tiro, rebote, velocidad, brazos largos, sentido del juego colectivo... Elegido por los San Francisco (luego Golden State) Warriors en la tercera posición del "draft" de 1963, jugó catorce años en la NBA (allí, en Chicago y en Cleveland) y terminó promediando exactamente los mismos puntos que rebotes: 15. Fue siete veces "All Star".
Al principio de su carrera compartió equipo con Chamberlain y su progresión convenció a los directivos de los Warriors, mediada su segunda temporada, de que podían traspasar a su gran estrella a los Sixers y darle a él el puesto de titular. Respondió promediando 16,5 puntos y 18,1 rebotes y batiendo, con 18, el récord de rebotes en un cuarto que tenían con 17 Russell y el propio Chamberlain. Fue el 28 de febrero de 1965, en la pista de los Baltimore Bullets.
Pero el día en que entró en la historia fue el 18 de octubre de 1974, cuando acababa de fichar por los Bulls tras batir los récords de partidos, minutos y rebotes de los Warriors. Era el primer partido de la temporada para Chicago, que ganó a Atlanta Hawks (120-115) tras una prórroga. Thurmond anotó 22 puntos, capturó 14 rebotes, repartió 13 asistencias y puso 12 tapones.
"Aquel día podía sentir la emoción en el ambiente", recordaba años después el jugador en la web de los Bulls. "Era mi primer partido en el Chicago Stadium y escuchar a la afición corear mi nombre mientras subía las escaleras hacia la pista es un recuerdo imborrable".
"Tuve mucho trabajo y estuve muy activo, pero no pensaba en el cuádruple doble. Fuimos a la prórroga, ganamos y lo que pensé es que habíamos empezado bien la temporada. Eso y que llegué a casa muerto de cansancio y que hasta la mañana siguiente no me enteré de las estadísticas. Pero en aquel momento nadie hablaba de ´triples dobles´ y para mí era un partido más. Fue después, al mirar atrás, cuando me di cuenta de lo especial que había sido".
La leucemia acabó con su vida, en San Francisco, el 16 de julio de este 2016.