Hasta la aparición de la inigualable generación del 80, Emiliano Rodríguez (San Feliz del Torío, León, 10/VI/1937) fue seguramente el mejor jugador español de la historia. Un alero de 1,97 m, hecho de elegancia, velocidad y buena mano, pieza clave durante muchos años en el Real Madrid que ganó cuatro Copas de Europa (64, 65, 67 y 68) y en la selección. Fue 177 veces internacional, con 16,3 puntos de promedio, y formó parte en seis ocasiones de la selección europea.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Y sin embargo, estuvo a punto de perderse para el baloncesto por culpa del fútbol. El Athletic fue su primera gran pasión cuando la familia se trasladó a Bilbao, pero al no ser vasco se frustró el fichaje y esa desilusión le hizo cambiar de deporte. Del equipo de baloncesto de los Escolapios pasó al Águilas y de allí, con 21 años y tras quedar campeón de España de Segunda, al Aismalíbar de Montcada. Eduardo Kucharski se adelantó a Pedro Ferrándiz, que lo quería para el Hesperia, el filial del Madrid. Pero la historia, la suya y la del baloncesto español, habría podido ser muy diferente si sus padres no hubieran rechazado la oferta de un instituto de EE.UU.
Tras dos años en el Aismalíbar, en 1960 fichó por el Real Madrid y se convirtió en una estrella internacional. En sus trece temporadas con los blancos, hasta su retirada en 1973, ganó doce Ligas y nueve Copas, además de aquellas cuatro primeras Copas de Europa del club.
Con la selección, en la que debutó el 13 de abril de 1958 en un amistoso con Suiza, estuvo presente en los JJ.OO. de 1960 y 1968 y en siete Europeos consecutivos, desde el del 59 hasta el del 71. De uno de éstos, el de 1963 en Wroclaw (Polonia), obtuvo su mejor recuerdo personal como internacional, además de la satisfacción por el séptimo puesto del equipo, el mejor de la Europa occidental y el mejor también de la selección tras la plata del debut, 28 años atrás.
Al término del campeonato, el 13 de octubre, la organización invitó a todos los periodistas y entrenadores presentes a que votaran a los cinco mejores jugadores, puntuándoles de 5 a 1. Emiliano sumó más puntos que nadie, 132, y recibió como premio un juego de café de porcelana recordatorio del centenario de Polonia. Tras él quedaron el ruso Petrov (116) y el yugoslavo Korac (92).
Una vez retirado, Emiliano fue concejal y primer teniente de alcalde de Pozuelo de Alarcón y portavoz de la UCD en la Diputación de Madrid.