ENERO 28
Un EE.UU. de pega pierde ante la URSS (1959)
1/28/2016 - 9:55 AM
La Unión Soviética no jugó los dos primeros Campeonatos del Mundo, en los que Estados Unidos fue segundo y primero. Tampoco los dos primeros torneos olímpicos de baloncesto, con oro para los americanos. Igual que los dos siguientes, en los que EE.UU. ganó a la URSS, plata, en ambos casos por dos veces, en la segunda fase y en la final. Tres de esos cuatro partidos acabaron con palizas de 28, 30 y 34 puntos, pero la final de Helsinki’52 acabó con un 36-25 muy pobre incluso para la época.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Antes de verse por primera vez las caras en un Mundial, el de 1959 en Chile, EE.UU. y la URSS se habían enfrentado siete veces y siempre habían ganado los americanos. Pero como aquel Mundial se retrasó unos meses por problemas en la construcción de los pabellones previstos (ver 30/I), al jugarse en enero coincidía plenamente con la temporada universitaria. Eso hizo que EE.UU. anunciara en principio que no iba a participar, pero para no defraudar a la FIBA lo hizo finalmente con el equipo de las Fuerzas Aéreas, formado por jugadores que se presentaron voluntariamente. Entre los 24 que acudieron a las pruebas en diciembre de 1958 no había ninguno que llegara a los dos metros. Y el día antes de salir hacia Chile se lesionaron dos de los mejores: Robert Jeangerard y Eddie White. El primero pudo jugar tres partidos; el segundo, ninguno.
A pesar de todo, ganaron los tres encuentros de su grupo y los tres primeros de la fase final. Lo mismo habían hecho los soviéticos.
El duelo entre ellos, el 28 de enero, no tuvo color. Delante de 30.000 espectadores, los soviéticos, después de muchos fallos de ambos equipos al comienzo, se escaparon hasta un 20-5, dominaban en el descanso por 25-14 y se pasearon en la segunda parte hasta acabar imponiéndose por 62-37.
“Esta victoria permanecerá en nuestro recuerdo durante muchísimo tiempo. Nuestra defensa ha sido la clave”, declaró Alexander Gomelski, técnico soviético. Valdmanis (14), Muzhnieks (13), Torban (8) y Krumins (7) fueron los máximos anotadores de la URSS. Por EE.UU., Vayda (12) y Walsh (9).
La URSS fue con diferencia el mejor equipo de la competición, pero se negó a jugar contra Formosa, igual que Bulgaria, porque a diferencia de la FIBA ellas sólo reconocían a la China de Mao, no a la nacionalista (ver 30/I), y eso dio el título a Brasil. La plata fue para los estadounidenses, que también perdieron ante los brasileños (81-67).