ENERO 2
La Euroliga en vez de la NCAA (1961)
1/2/2016 - 12:28 AM
Durante trece temporadas, desde 1984 a 1996, Michael Young, alero de dos metros justos y una gran capacidad anotadora, desarrolló una brillante carrera profesional (en la CBA, Filipinas, España, Italia y Francia, donde fue campeón de Europa con el Limoges de Maljkovic) después de no poder triunfar en la NBA.
Pero antes de eso ya se había hecho un hueco en la historia del baloncesto como integrante de un inolvidable equipo de la universidad de Houston (ciudad en la que nació el 2 de enero de 1961), al lado de Clyde Drexler, Larry Micheaux y Akeem (entonces todavía sin la “H”) Olajuwon. En dos de sus cuatro temporadas (1983 y 1984), los Cougars llegaron a la final de la NCAA… y la perdieron. Él fue el único titular en las cuatro y en la última formó parte del mejor quinteto de la conferencia y del tercer equipo All American.
Boston le eligió en el puesto 24 del "draft" de 1984, pero no firmó por los Celtics, sino por Phoenix. Sólo jugó dos partidos, los mismos que la temporada siguiente en Philadelphia. En los Detroit Spirits de la CBA sí pudo lucirse: 26,8 puntos por partido y MVP. Y también en Europa, adonde tras jugar en Filipinas dio el salto en 1987 al fichar por el Fórum Filatélico de Valladolid. Lo hizo tan bien allí (promedios de 23,5 puntos y 4,8 rebotes entre sus dos campañas) que por fin se hizo un hueco en la NBA. Jugó 45 partidos en los Clippers 89-90, con 4,9 puntos de promedio.
Pero habría de ser en Europa donde llegara su gran triunfo. Volvió a Italia, donde había pasado una breve etapa en Udine, esta vez a Reggio Calabria. Y en 1992 pasó a Francia, al Limoges. Un equipo ultradefensivo, que en ataque alargaba al máximo las posesiones para acabar de descentrar al rival. Pero cuando había que resolver, allí estaba habitualmente Michael Young. Jugó con ellos tres temporadas y en las dos primeras ganó la Liga y fue elegido mejor jugador extranjero. La más brillante fue la de su debut: doble sorpresa en la “final four” de Atenas, ganando al Real Madrid de Sabonis y al Benetton de Kukoc, y ¡campeones de Europa!
Jugó en Fabriano y en Lyon y en 1998 volvió a su universidad de Houston -allá donde saltó a la fama, aunque tuviera que recorrer muchos miles de kilómetros y esperar nueve años para conseguir un título grande-, en la que ha ocupado diversos cargos relacionados con el baloncesto.