PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Con un gran ambiente en las gradas del Pabellón Príncipe Felipe y el mejor de los recibimientos para un hombre de la casa como Pablo Aguilar dio comienzo el último encuentro de la Selección Española dentro de la Ruta Ñ15. Una preparación que ha concluido de la mejor manera posible con el que ha sido séptimo y último triunfo tras un choque en el que, lo más importante, han vuelto a ser las sensaciones transmitidas por el equipo.
Intensidad defensiva para imponer el ritmo español (21-15)
Muy intensos en defensa y especialmente enchufados en ataque. Así saltaron a cancha los jugadores de Sergio Scariolo para tratar de intimidar a una República Checa que tuvo muy claro desde el principio que debía ser Tomas Satoransky quien asumiera el peso anotador del equipo. Las primeras canastas del jugador del FC Barcelona permitieron a su Selección aguantar el tirón inicial de un Pau Gasol que no tardó en adueñarse de la pintura mostrando una buena sintonía con un trabajador Nikola Mirotic. Con el equipo funcionando en ataque, la defensa nacional dio un paso al frente para poder crecer. España subió la intensidad y su presión a la primera línea de pase tuvo sus frutos con dos fructíferos contraataques rematados por una bandeja de Sergio Llull y un espectacular vuelo de Rudy Fernández. República Checa paraba el encuentro para tirar de pizarra ante una España que cerró el primer acto con un palmeo de Felipe Reyes (21-15).
La sintonía entre Pau y Niko permitir crecer (18-16)
Pero no se iba a dar tan pronto por vencida la República Checa. Los jugadores de Ronen Ginzburg entendieron que debía ser la defensa su principal camino para poder mantenerse vivos en un encuentro al que regresaron gracias a los puntos de un Vessely al que Pau Gasol no tardó en forzar su segunda personal. Los tiros libres del jugador catalán entregaban nuevamente una renta de 7 puntos al equipo así como la confianza necesaria para imprimir una nueva marcha al partido (34-25). Con Nikola Mirotic acertado desde más allá del 6,75 España siguió creciendo hasta alcanzar la barrera psicológica de los 10 puntos instantes antes del descanso (39-31).
Las rotaciones mantienen intacto el nivel (20-20)
De nuevo Pau Gasol, en esta ocasión formando pareja interior con Felipe Reyes, fue el encargado de asumir gran parte del protagonismo ofensivo tras el paso por vestuarios. Con la tripleta madridista Chacho-Llull-Rudy ejerciendo una importante labor en tareas defensivas, el equipo fue capaz de mantener intactas las diferencias cosechadas durante el primer tiempo pese al empuje de la selección checa. La entrada en pista del aclamado Pablo Aguilar y el acierto exterior de Guillem Vives permitieron al equipo nacional mantener intacto su juego durante los últimos compases de un periodo en el que las gradas estallaron con los dos tapones consecutivos de Pau (59-51).
Y Pablo Aguilar selló la séptima (22-17)
Con España encaminada hacia su séptimo triunfo, el que fuera jugador local, Pablo Aguilar, asumió un importante protagonismo ofensivo. Dos triples consecutivos del interior andaluz permitieron a España recuperar los diez tantos de renta ante una República Checa que comentaba a encontrar algunas dificultades a la hora de romper el muro defensivo español. El trabajo de Aguilar y Mirotic cerrando el rebote bajo el aro español y el acierto de Pau Ribas terminaron por decidir un encuentro que permite pensar ya en la que será primera cita del Europeo ante Serbia (81-68).