PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Andreu Casadevall y su Ford Burgos lo han vuelto a hacer. Un año más, y ya van tres de manera consecutiva, el técnico catalán ha logrado el más difícil todavía con un ascenso a la Liga Endesa que supone el cuarto título en apenas tres temporadas para un grupo de jugadores que ha sabido mantener la ambición necesaria para poder optar de nuevo al éxito.

Un reto que pasará a la historia de la competición gracias a la capacidad de sus integrantes a la hora de mantener intacta la ilusión y la motivación para poder optar de nuevo a un ascenso que deberá materializarse ahora en los despachos.

Un crecimiento ordenado hacia el éxito:

Perfectamente organizado y de manera escalonada, el Autocid Ford Burgos ha ido creciendo a base de pasos firmes pero seguros en la Liga Adecco Oro. Y es que muy lejana queda ya aquella campaña 2006/07 en la que los burgaleses se estrenaron en una competición nueva para ellos pero en la que no tardaron en demostrar su ambición. La llegada de Andreu Casadevall a su banquillo, 8 años atrás, fue el detonante perfecto para que los castellanos dieran un paso al frente.

De la lucha por la permanencia a los playoff por el ascenso. Así ha sido el camino de un club que ha pasado de dar la cara en unas finales en las que se coló como equipo revelación a un grupo que ha “atemorizado” a una Liga acostumbrada ya a ver cómo los burgaleses se hacen cada año con una de las dos plazas de ascenso deportivo.

Tras conquistar una Copa Príncipe (2013) y cosechar dos ascensos consecutivos (2013 y 2014), la dirección deportiva ha sido capaz esta temporada de construir nuevamente un equipo ganador. A partir de ahí, la mano de su técnico ha hecho el resto para que el vestuario creyera de nuevo en las posibilidades de un grupo que ha alcanzado el éxito con una jornada de antelación en lo que supone el segundo campeonato liguero de un club en el que su capitán, Jorge García, se ha convertido en leyenda con su séptimo ascenso a la Liga Endesa.

De menos a más para idéntico final:

Tras una excelsa pretemporada en la que el conjunto burgalés tan sólo se dejó sorprender por todo un ACB como el CAI Zaragoza, el Ford Burgos dio comienzo a una campaña 2014/15 en la que los resultados no acompañaron durante las primeras jornadas. El lógico proceso de adaptación necesario al comienzo de cada curso apremiaba a un equipo para el que la exigencia y las expectativas se sitúan año tras año en el listón más alto.

Pero la experiencia y el conocimiento de la categoría tanto del cuerpo técnico como de la gran mayoría de jugadores permitió al plantel dar un paso al frente con el que comenzar su particular escalada en la clasificación. Un camino que inició su línea ascendente con el comienzo de una segunda vuelta en la que los de Casadevall fueron superando etapas para dar caza a los primeros clasificados.

Tras 10 encuentros consecutivos arrollando a los diferentes rivales que visitaban El Plantío y tras convertirse en el ataque y la defensa más efectivas de la competición los burgaleses fueron capaces de sumar 12 triunfos consecutivos la tarde de un 5 de abril en la que su tercer ascenso comenzó a tornarse en una realidad palpable. Su victoria en el derbi regional ante Quesos Cerrato unida a la derrota del Ribeira Sacra en la pista de Son Moix dejó la promoción en bandeja a un equipo que confirmaría su ascenso en caso de victoria en Lleida.

De esto modo llegaron los burgaleses a la antepenúltima jornada de competición donde su buena racha se prolongó con un decimotercer triunfo consecutivo ante un peleón Força Lleida que no pudo impedir el alirón de un rival acompañado por dos centenares de burgaleses en las gradas.

La plantilla lo volvía a hacer y la ciudad soñaba de nuevo… ¿será esta ocasión la definitiva?