Miguel Panadés

El partido final del Torneo de Ávila tuvo un guión ideal para los intereses de la selección española dentro de ese plan de preparación previsto. Porque tras las victorias claras ante Italia  y Turquía convenía un partido igualado, un pulso mucho más equilibrado que aumentara el listón de la dificultad. Más allá de la importancia del resultado lo que interesaba era poner a prueba la fuerza mental para mantenerse enteras durante un partido incierto, desde el salto inicial hasta el último minuto. Se alternaron ventajas aunque esas diferencias fueron mínimas. La mayor, coincidiendo con el final, siete puntos a favor de España (55-48).

El marcador no hizo otra cosa que reflejar esa igualdad y así de un primer cuarto con mínima ventaja rusa (15-17) se pasó a un final del segundo que llevó a las protagonistas al descanso con ventaja española (27-24). Nuevamente la defensa como argumento fundamental para entender las principales virtudes del grupo actual de Evaristo Pérez. Si a esa voluntad de esfuerzo, de intensidad y de concentración atrás unimos en el futuro mayores capacidades ofensivas nos volveremos a encontrar ante una selección claramente dominante en Europa. Lucía Togores con 7 puntos había sido la jugadora más eficaz de España en la primera parte teniendo en Itsaso Conde con 5 rebotes la más dura dentro de la pintura. De esa primera parte sobraban, tan sólo, balones perdidos en las nuestras.

En la reanudación Rusia tuvo en Kosolovkaya y Levchenko a sus princpales valedoras para resistir una continua amenaza española que encontraba en la aportación colectiva y su dominio en los rebotes - ¿quién lo iba a decir hace nos años en un partido ante Rusia? – sus principales argumentos para mantener una leve pero decisiva ventaja en el marcador que le llevó, no sin las necesarias dosis de emoción, hasta la victoria final. Al final del partido, Helena Orts, con 10 puntos, fue la mejor anotadora de una España que celebraba el éxito en esa triple primera prueba saldada con tres victorias y en consecuencia levantando la copa de Campeonas del Torneo. En el partido anterior que enfrentó a Italia y Turquía se impusieron las italianas por 52-49.