El director deportivo de la FEB, Ángel Palmi, ha disfrutado desde las gradas del Lokomotiva Plzen del triunfo de una Selección U17 que supone todo un ejemplo de valores y compromiso. Las internacionales disputarán mañana una final complicada pero en la que volverán a demostrar su mejor arma “el juego en equipo”.
ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Presente en las gradas del Lokomotiva Plzen, el director deportivo de la FEB, Ángel Palmi, ha disfrutado con el juego de una selección que: “Reúne todos los conceptos que defendemos con el Método FEB. A lo largo de todo el campeonato se han mostrado como un grupo sin egoísmos en el que cada jugadora pone su talento individual al servicio del equipo. Siempre hemos recalcado que uno de nuestros principales objetivos es el de obtener un arsenal táctico defensivo que sorprenda a nuestros rivales y eso es algo que se ha puesto de manifiesto durante este Mundial”.
Cuestionado acerca de las posibilidades de la Selección Española en una final que supone la reedición de la final del Mundial U17 de 2012, Ángel Palmi no esconde las dificultades de una empresa para la que España pondrán todo su talento al servicio del equipo: “Sabemos que será un encuentro complicado ante una Selección que cuenta con un equipo muy físico y poderoso y que ha ganado todos sus encuentros por una media cercana a los 40 puntos pero durante este campeonato hemos sido un equipo en el amplio sentido de la palabra. Durante los seis partidos el seleccionados ha realizado rotaciones lo que nos hacen estar convencidos de que todas las jugadoras, incluidas las que han gozado de menos minutos, están preparadas y capacitadas para poder saltar a la pista empujando al equipo en una nueva final de un Mundial”.
Para Ángel Palmi, el trabajo realizado durante todo el año es la base del éxito de una Selección ambiciosa y que quiere dar mañana el paso definitivo en la final: “Hace tan sólo unos días recordaba en una entrevista que el Presidente de la FEB, José Luis Sáez, nos pide cada verano que no nos conformemos y que volvamos a empezar de cero y por ello, esta selección supone el mejor ejemplo de los objetivos en los que hemos trabajado durante todo el año. Los Mundiales y Europeos no son fruto de 15 días de competición sino test realmente exigentes en los que queremos demostrar el trabajo realizado durante los últimos 12 meses”.