KDT2014
La persistencia como primer gran valor
1/2/2014 - 10:02 AM
Son muchos los jugadores y jugadoras que, hoy en la élite o en otras categorías menos visibles, recuerdan esa incomparable experiencia que es disputar un Campeonato de España cadete. Y muchos más son los que se quedaron fuera de esa primera gran experiencia y siguen hoy disfrutando del baoncesto. Todos ellos tuvieron una virtud añadida al talento: la persistencia.
MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Diciembre y Enero enlaza diferentes actividades baloncestísticas que van desde los cientos de torneos de todas las edades y categorías que, aprovechando las festividades navideñas, se reparten por todas las autonomías, llegando a esas concentraciones de selecciones nacionales de formación que empiezan ya a poner los primeros cimientos de cara a los retos del verano para culminar con unos campeonatos de España Cadete que se convierten en la primera gran experiencia de cientos de jóvenes, chicos y chicas nacidos en 1998 o antes destacados entre sus generaciones en sus respectivas Comunidades Autónomas.
Seguro que no están todos los que son, seguro que en esas diferentes selecciones realizadas por los técnicos de las Federaciones Autonómicas han quedado fuera algunos futuros talentos que darán que hablar en el mañana pero sí los que estarán en Cáceres componen un significativo cuadro del estado de un baloncesto español que, a medida que pasan los años, se encuentra con técnicos más y mejor preparados en la iniciación y en consecuencia con muchos más niños con una buena preparación. Reconocido por los diferentes Directores Técnicos de todas las Federaciones, cada vez se hace más difícil elegir a los representantes de las selecciones autonómicas al haber cada vez mejores talentos en la base.
En todo caso el baloncesto no deja de dar oportunidades a aquellos jugadores y jugadoras empeñados en mejorar. La persistencia se convierte hoy en uno de los grandes valores a inculcar entre los más jóvenes practicantes y tanto los que ya han sido seleccionados para esa primera élite como los que han quedado a las puertas, incluso para aquellos que de momento pasan desapercibidos entre los “ojeadores” de las diferentes Autonomías tendrán nuevas oportunidades en el futuro si se aferran a ese verbo fundamental en el deporte, en la vida, como es el de persistir.
Son muchos los que empiezan y una minoría los que llegan a la élite por lo que más que el destino es fundamental valorar y enriquecer el camino de cada uno de esos jovencísimos protagonistas que se han ilusionado con el baloncesto por el placer de jugar, de mejorar, de compartir experiencias con sus amigos. Hacer de estas primeras experiencias que para unos elegidos serán los campeonatos de España y para la mayoría lo serán sus respectivas ligas de diferentes niveles unas vivencias enriquecedoras tanto en lo deportivo como en lo humano les permitirá poner los cimientos para unas trayectorias largas en el baloncesto. Claro que competirán, claro que habrá selecciones que buscarán la victoria como principal objetivo mientras otras encontrarán el premio en el hecho de estar entre los mejores. Claro que en la formación, la capacidad para saber competir es una de las virtudes que también hay que saber proyectar pero que nadie se equivoque; todos estos chicos y chicas que se reúnen en Cáceres durante estos días más los miles que viven el baloncesto en otra dimensión, tienen por delante un recorrido larguísimo todavía y en el que saber conjugar adecuadamente el verbo persistir les ayudará, por lo menos, a lograr el más preciado de los premios: disfrutar muchos años del baloncesto.