Recuerdos, ilusiones y mucha diversión fueron los ingredientes con los que el cuerpo técnico de la U18 cocinó una tarde diferente para sus jugadoras. A golpe de historia en el Museo FEB de Alcobendas, las internacionales asumieron la responsabilidad que supone vestir una camiseta con medio siglo de historia.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Suele decirse que, a las puertas de un gran campeonato, el factor mental juega un papel casi tan importante como el aspecto físico o el trabajo táctico. En el cuerpo técnico de la U18 lo saben muy bien y por eso, Víctor Lapeña quiso preparar una última sesión diferente para sus chicas en la que sería su última tarde en España antes de poner rumbo a una nueva aventura europea.
A tan sólo unas horas de subirse al avión y con las piernas más que preparadas tras tres semanas de intenso trabajo, las internacionales rendirían visita a Espacio 2014 para preparar ese aspecto tan determinante. Jugadoras y cuerpo técnico repasaron la historia del baloncesto a través de los diferentes objetos que componen un museo que tenía guardada más de una sorpresa para estas ilustres visitantes. Una fotografía con los primeros pasos de Helena Orts en las categorías inferiores, los recuerdos del Eurobasket U16 conquistado en 2011 o la plata mundial del pasado verano comenzaron a transmitir el peso de la historia de una camiseta que acaba de cumplir 50 años de historia.
Precisamente la exposición dedicada al medio siglo de vida del baloncesto femenino en España fue uno de los platos fuertes de una visita en la que las jugadoras interactuaron con un entorno que les lanzaría un reto de lo más personal: situar sus imágenes y sus logros de futuro en un espacio reservado para los grandes hitos de nuestro baloncesto. Las internacionales recogieron el testigo y prometieron regresar, a finales de mes, con un metal con el que engrosar las vitrinas de Alcobendas.
El cuerpo técnico rememoró sus hitos:
Pero no sólo sólo las jugadoras de la U18 pudieron verse reflejadas en el Museo FEB. Uno de los momentos más emotivos de la visita llegaría con un reencuentro, el del seleccionador Lapeña con la copa de campeones de Europa conquistada a comienzos de verano con la senior femenina. Tras fotografiarse con el trofeo, el técnico de la U18 transmitiría a sus jugadoras la importancia de un trofeo ante el que desvelaría algunos de sus secretos, aquellos que llevarían a su conquista a unas Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar que han cedido el testigo a sus herederas.
Y si extenso es el camino de Lapeña desde su debut internacional en 2007, no lo es menos el de sus ayudantes en el cuerpo técnico. Las cinco medallas de Mario López como entrenador estarían igualmente presentes en una tarde en la que las jugadoras se toparían con las imágenes de sus preparadores vestidos de corto. De este modo, Nogaye Lo no podía ocultar su sorpresa al descubrir a Begoña García en las imágenes de los Europeos de Francia 2001 y Grecia 2003 minutos antes de conocer las camisetas históricas que también vestiría recientemente la delegada Elena Espiau quien atesora en su currículum dos Oros U16 y dos Platas, una con la U19 y otra con la U20.
Y la visita concluiría con sorpresa final:
La visita al cuartel general de la WC2014 concluía en el salón de actos; allí, el seleccionador Lapeña tomaría la palabra para dirigirse por última vez a sus jugadoras antes de poner rumbo a Italia. El máximo responsable de la expedición tenía claro el mensaje que debía transmitir a su equipo: “Si hoy he querido que nos reunamos aquí es con un único objetivo, el que estemos mentalizadas para lo que viviremos a partir de mañana. Este es el cuerpo técnico y las 12 jugadoras con las que tenemos que pelear día a día por cada victoria y por llegar lo más lejos posible aunque, para ello, no debéis olvidar lo que siempre nos hemos marcado como objetivo: el ir paso a paso, disfrutando del camino y de todo aquello que vayamos cosechando a través de nuestro trabajo”.
El mensaje caló hondo en una plantilla a la que aún le quedaba por conocer la última de las sorpresas con la proyección del film “El club de los poetas muertos”, una cinta con la que el cuerpo técnico quiso reforzar los valores de una selección que alcanzaría el éxito en los últimos veranos a través de la unión: “Esta película resume todos los valores que representa esta Selección. Yo la vi por primera vez cuando tenía vuestra edad y me sirvió de mucho, por eso he querido compartirla hoy con vosotras para que tratemos de empaparnos de su mensaje, para que sepamos disfrutar todas juntas de cada momento haciéndonos fuertes de cara a lo que está por llegar”.
Concluida la visita, la expedición regresaría a su cuartel general en Rivas donde afrontarían una última noche en la que los sueños se apoderarán de unas internacionales que no renuncian a ocupar un lugar especial en un Museo en el que se han citado con la historia.