MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
NUEVAMENTE UN GRAN INICIO (22-9) 22-9
La selección empezó con la intensidad y eficiencia con la que había acabado la primera fase y en un primer cuarto de libro marcó unas diferencias que a la postre fueron determinantes. El 22-9 inicial fue una declaración de intenciones, un mensaje directo al rival sobre lo que le esperaba durante el resto del partido. Astou, muy activa en el primer cuarto, fue la jugadora más determinante.
LAS SERBIAS, EN ZONA (13-13) 35-22
Ante la avalancha de juego de España Serbia optó por refugiarse en una zona 2-3 que, efectivamente, cortó la hemorragia y permitió a las balcánicas poder entrar en el partido, no tanto reduciendo diferencias pero sí manteniéndolas evitando que España rompiese el partido de manera definitiva. Al descanso, trece puntos tras un cuarto igualado en marcador y juego y con cierto atasco en el ataque español. Faussurier, con cuatro puntos finales, devolvió la vida a una selección dubitativa.
DE LA ALARMA AL FESTIVAL (17-18) 52-40
Que un Mundial y una selección como Serbia siempre ofrece dificultades y más en la segunda fase, quedó evidenciado en un tercer cuarto en el que las balcánicas llegaron a ponerse a 6 puntos (44-38) en unos momentos en los que aparecieron dudas en el ataque una persistente defensa zonal serbia. Pero si algo caracteriza al grupo que dirige Colinas es su capacidad para mantener la intensidad y concentración más allá del acierto. Esa insistencia acabó teniendo premio y de pronto lo que parecía una amenaza se transformó en un inicio de festival de juego. En esa fase la dirección de Leticia Romero y Yaiza Rodríguez, dando pausa, anotando y asistiendo fue clave para seguir produciendo juego.
GANAR POR LA MÁXIMA DIFERENCIA (21-15) 73-55
No hubo tregua. Una vez recuperadas las diferencias y establecidas por encima de los diez puntos España apretó aún más el acelerador y esa intensidad le llevó a firmar un parcial demoledor en los minutos finales en los que coincidió la ambición de las nuestras con la rendición serbia. El recuerdo del verano pasado en el que las serbias nos apartaron de las medallas pudo influir en ese “deseo” final. Al final una diferencia muy significativa que recuerda la obtenida ante Australia.