MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Una reflexión a los entrenadores del Curso Superior: Todos los ejercicios pueden y deben optimizarse tanto en la necesidad de perfeccionar detalles técnicos como en el aprovechamiento de los descansos en las rotaciones. Porque lo importante no es tanto el qué hacemos sino el cómo lo hacemos y porque en la táctica, individual y colectiva, los gestos técnicos adecuados son imprescindibles para su posterior éxito.

Hecha esta reflexión Carles Durán empezó a construir la defensa desde el hombre de balón, la línea de pase, el bloqueo directo, “Miss – Match” – cambio hombre grande- pequeño – y lo hizo con esa obsesión procedente de la escuela de Badalona que incide en el detalle. “La clave de los pequeños en la defensa a los grandes está en los pies…” y el técnico de la cantera verdinegra demostró con argumentos hablados y ejemplo en la ejecución como sí es posible mejorar el rendimiento defensivo a partir de un buen gesto y, por supuesto, una total predisposición al esfuerzo.

Acabó entre aplausos Durán y de pronto irrumpió con esa energía que le caracteriza un Diego Ocampo también impecable profundizando esta vez sobre algunos gestos técnicos que pueden ayudar a los bases a ser mejores en la toma de decisiones. El entrenador ayudante de Aíto en Cajasol incidió en aspectos tan frecuentes en el baloncesto actual como son las variables que un exterior puede encontrarse a la hora de jugar un bloqueo directo. Para que la táctica funcione es determinante que el impulsor principal, el jugador con balón, tenga la capacidad de leer las ventajas y para que ello suceda es indispensable que domine el bote sabiendo avanzar, retroceder, crear líneas de pase y poder pasar sin perder ni el equilibrio ni la visión de los ángulos. Y todo eso se aprende y se perfecciona. ¿Desde qué edades? Desde la iniciación hasta los últimos años de edad senior.