La Clave

Cuando más calentaba el sol y quemaba el balón apareció, al igual que ante Turquía, el carácter hispano. La renta del primer cuarto de 17 puntos había quedado en el olvido y las checas ya resoplaban en el cogote de las españolas en el segundo (41-35) y tercer cuarto (54-46). Pero España no perdió la compostura. Mondelo ubicó a Valdemoro de 4 (la de Alcobendas anotó 11 puntos en la segunda mitad) y planteó una zona 2-3 con ajustes (Lyttle fue una colosa asegurando el rebote defensivo) en el arranque del último cuarto. Además, sacó a Aguilar para dar el punto de tranquilidad necesario, mientras Torrens proseguía su festival ofensivo. Las checas se bloquearon y la casta de las españolas hizo el resto para sentenciar el choque con un último cuarto de carácter.

El Detalle Técnico

España insiste con acierto en buscar situaciones de ventaja y con espacios para Lyttle en el poste bajo. En una de ellas, en la clásica transición, la exterior que baja el balón se decanta hacia el lado donde está la pívot nacionalizada. El balón circula como es habitual por el exterior, con la otra ‘center’ que va por el carril central y la base. Ya con el balón en el lado contrario Lyttle recibirá un bloqueo horizontal de poste bajo a poste bajo de la otra exterior para cortar y ganar la posición cerca del aro. También se produce idéntico final en otra situación en estático, en la que Palau tras hacer el corte de UCLA se abre al lado débil. La catalana acaba recibiendo tras inversión de balón con la 5 abriéndose arriba y a partir de ahí puede meter balón dentro a Lyttle, que recibe el bloqueo de Xargay en el poste bajo.

El Momento

En último cuarto, sin duda. Con 54-46 España rompió definitivamente el partido con un parcial de 18-6 en siete minutos (72-52). Ahí acabó todo para una República Checa, que ya se le había acabado la gasolina. El triple sobre la bocina de Sancho Lyttle antes de cerrarse el tercer cuarto tampoco dejó buenas sensaciones a las de Lubor Blazek, que tiraron la toalla en el cuarto final.

Conclusión

España sigue invicta y actúa como un ilusionante rodillo en este Eurobasket. No hay dificultad a la que no se sobreponga el conjunto de Mondelo. Ni situación táctica que se le resista. Con Torrens y Lyttle poniendo su enorme talento al servicio del grupo y como bandera del equipo nacional todo es posible. La selección ya ha conseguido el objetivo de la clasificación para el Mundial del año próximo y ahora todo lo que venga será un sueño en forma de medalla.