CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

La primera y más importante regla que se aplica en los Campeonatos Infantiles es que todos los jugadores deben participar en el encuentro durante al menos un periodo, es decir, deben estar sobre la cancha diez minutos. Y como continuación de esta norma, todos los jugadores deben pasar por el banquillo durante al menos un periodo, que deberá ser uno de los tres primeros del encuentro.

Con esta norma, también implantada en la categoría mini, se consigue que todos los jugadores disfruten del partido y del campeonato, independientemente del rival, resultado y fase en la que se encuentre. Disputar un Campeonato de España, como han reconocido muchos de los actuales internacionales españoles, constituye una experiencia inolvidable en la carrera de cada jugador.

La ‘obligatoriedad’ de que cada jugador inscrito en el acta dispute un periodo entero hace que en los tres primeros periodos no haya sustituciones. Únicamente un jugador podrá ser cambiado si es eliminado por cinco faltas personales o si tiene que retirarse lesionado. En el último periodo los entrenadores podrán realizar todas aquellas sustituciones que deseen.

Otra norma de aplicación en estos campeonatos es la del cierre del acta cuando un equipo supera a otro por 50 puntos en el marcador. El partido se sigue disputando hasta la finalización de los cuarenta minutos pero en el acta del encuentro únicamente se apuntan las faltas personales. Con esta regla claramente se pretende evitar resultados demasiado abultados que desmoralicen a los perdedores.

El resto de normas del encuentro son similares a las utilizados en cualquier partido con reglamentación FIBA: cuatro periodos de diez minutos de juego, posesiones de 24 segundos, dos tiempos muertos en la primera mitad y tres en la segunda. Las dos únicas pequeñas diferencias son la zona trapezoidal (la tradicional) y la línea de tres puntos a 6,25 m.