Con tres ascensos a sus espaldas, el Lucentum Alicante conoce la receta para triunfar en unos playoffs en los que Rubén Perelló quiere llevar de nuevo a su equipo a lo más alto. Tras ir de menos a más durante la temporada, los alicantinos tratarán regresar al lugar que por historia les corresponde.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Con 3 ascensos a sus espaldas en las temporadas 2000, 2002, y 2009, el Lucentum Alicante sabe muy bien cómo desenvolverse en un playoff de ascenso. Y es que la experiencia será la mejor arma de una plantilla plagada de talentos y en la que un alto porcentaje de jugadores sabe ya lo que es ascender de categoría incluso en varias ocasiones.
Los alicantinos llegarían al playoff tras una gran temporada en la que tuvieron que acoplar a 11 jugadores nuevos en una plantilla que viviría un duro revés con la marcha de su técnico Josep María Berrocal a Ucrania y que volvería a sentirse cómoda sobre la cancha con la llegada de Perelló al banquillo. La tercera plaza sería el hábitat natural de un equipo que durante 18 jornadas se mantuvo como el líder simbólico de la lucha por un playoff que se mantendría al margen de la pelea entre Ford Burgos y River Andorra.
La experiencia internacional de Darryl Middleton, el conocimiento de la casa del héroe del último ascenso Guillermo Rejón o el dominio de la Liga por parte de hombres como Pedro Rivero, Albert Sabat o Taylor Coppenrath serán fundamentales para un Rubén Perelló que debutará como primer entrenador en unos playoffs de los que es un viejo conocido tras sus experiencias de los últimos años junto a Andreu Casadevall.
El talento ofensivo del cuadro Alicantino será por tanto uno de los principales atractivos de unos playoffs en los que el apoyo de la grada será fundamental para un equipo que ha convertido el Centro de Tecnificación en un fortín sabedor de la importancia del factor cancha en una fase final en la que el más mínimo error en casa podría pagarse muy caro.