El técnico madrileño del Planasa Navarra cumplirá el domingo 300 encuentros en la Adecco Oro y lo hará sobre una de las canchas históricas de la competición, un Palau en el que viviera duelos históricos al frente de un Real Madrid al que llegara avalado por Clifford Luyck. Su carácter ganador es la principal esperanza para un Planasa que lucha por recuperar sus señas de identidad.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Con apenas 17 años y casi por casualidad, así se sentó por primera vez Ángel Jareño en unos banquillos que se han convertido en su hábitat natural durante las últimas 36 temporadas. Y es que bastaría con echar un vistazo a su currículum para presentar, sin necesidad de grandes explicaciones, a un entrenador cuyo segundo apellido se ha convertido en uno de los más ilustres del baloncesto español.
Hablar de Jareño es hacerlo de experiencia, conocimientos, vivencias y posibilidades en unos banquillos de los que jamás se ha apartado desde que se estrenara con el Real Madrid en la década de los 80 y desde los que lograra diversos títulos en paralelo a una vida que pasaría a compartir con su mujer Montse tras su paso por el Baloncesto León. Precisamente ahí comenzaría una andadura en la Adecco Oro que cumple ahora una década y que le ha llevado a dirigir 299 partidos en la competición. El tercer centenario llegará el próximo domingo en una cancha realmente especial, un Palau Blaugrana en el que espera poder incrementar su currículum.
A tan sólo 48 horas de uno de los encuentros más especiales de su carrera, Ángel Jareño se toma un respiro en su día a día para hacer balance de una pasión que terminaría por convertir en un medio de vida. Así se resumen 36 años de baloncesto.
Ángel Jareño, más madera para una extensa carrera:
Cuando el próximo domingo el colegiado José Vázquez lance el balón al aire en el Palau Blaugrana, el técnico visitante, Ángel Jareño, estará de enhorabuena. En ese preciso momento, cumplirá 300 partidos en una Adecco Oro en la que se estrenara 10 años atrás con Baloncesto León y en la que ha sumado horas de vuelo a un extenso currículum del que se siente especialmente satisfecho: “Cuando echo la vista atrás siento un orgullo especial por haber podido disfrutar y vivir de algo que siempre ha sido mi pasión. Me siento un privilegiado por haber podido convertir mi pasión en aquello que me ha dado de comer durante todo este tiempo ya que nunca he tenido la sensación de levantarme para ir a trabajar sino de hacerlo para ir a disfrutar”.
Toda una década de trabajo con la que redondear esos 36 años en los banquillos para un técnico que, tras llegar a lo más alto de la mano del Real Madrid, tuvo que ponerse el mono de trabajo para mantenerse en una exigente rueda que siempre quiso contar con él: “Quizá el secreto pueda estar en la enorme pasión con la que he afrontado siempre cada nuevo reto. El saber que siempre que un nuevo técnico llegaba al Madrid confiaba en mí como ayudante o el haber podido mantenerme durante todos estos años en la Adecco Oro ha sido debido a esa fe que mueve montañas y a esa confianza que tenía en que el trabajo termina por dar sus frutos. El baloncesto, como todo en la vida, se basa también en eso”.
Clifford Luyk, un padrino camino del éxito:
La imposibilidad de un amigo a la hora de dirigir un encuentro en el Colegio Buen Consejo de Madrid llevaría a Ángel Jareño a sentarse por primera vez en un banquillo con tan sólo 17 años. Las sensaciones vividas terminarían por firmar un contrato vitalicio con un técnico que, apenas 9 años después, protagonizaría uno de esos días difícilmente olvidables en la carrera de un entrenador que, como suele decirse, había nacido para entrenar en el Real Madrid: “Si hay un día que jamás olvidaré ese es el de mi entrevista en la Ciudad Deportiva del Real Madrid con Clifford Luyck. Para mí, el sentarme delante de toda una leyenda como Clifford a la que tenía endiosada fue realmente impactante, más aún cuando me comunicó que habían pensado en mí para hacerme cargo del equipo cadete… ¡Imagínate lo que eso suponía para alguien como yo que toda la vida había sido del Real Madrid”.
El paso del tiempo terminaría por demostrar que Clifford no se equivocaba al apostar por un entrenador que se convertiría en pieza imprescindible de los cuerpos técnicos encabezados por históricos como George Karl, Ignacio Pinedo, Obradovic o Scariolo al frente de un exigente banquillo en el que también tendría su oportunidad: “Sin lugar a dudas fueron técnicos de los que fui extrayendo muchas cosas y que me ayudaron a ir forjando mi personalidad como entrenador. Al igual que ellos fueron mamando de otros técnicos durante su formación, yo pude asimilar conceptos e ideas de cada uno de ellos para llegar a convertirme en lo que soy hoy en día., un entrenador con su propia filosofía y sus propios sistemas de entrenamiento”.
El precursor de los filiales en Primera Nacional:
Actualmente, hablar de Clínicas Rincón, CB Prat o FC Barcelona B es algo habitual en las competiciones Adecco. Filiales directos o vinculados de unos conjuntos ACB que foguean a sus estrellas en unas competiciones de lo más exigente. Un modelo que crece año a año y que tuvo en Jareño a un precursor a principios de los 90 en tierras alcarreñas donde conquistaría el ascenso a la ACB: “Por aquella época, el Real Madrid tenía una gran confianza en mí y decidió entregarme un proyecto de equipo vinculado en Guadalajara con una generación junior con la que habíamos tenido una buena experiencia el año anterior y que suponía la continuidad del trabajo de Chuchi Carrera. Me llevé seis jugadores a los que unimos a David Brabender y un americano para competir en una liga en la que el filial del Barça y nosotros rompimos con lo habitual hasta la fecha. Con dos equipos muy jóvenes acabamos con la hegemonía de los veteranos quedando primero y segundo de una Liga en la que lograríamos ascender a la ACB”.
Y entonces llegó la Liga LEB:
Fue en la campaña 2003/04 cuando Ángel Jareño se enroló por primera vez en la Liga LEB. Tras poner fin a su andadura en el Real Madrid, el técnico se estrenaba en una categoría en la que Baloncesto León sería su primer destino. La dureza del campeonato sorprendió a Jareño en unos inicios en los que empezó su particular master formativo en una competición que le ha acompañado a lo largo de la última década: “Llegaba a una liga con un potencial brutal y un nivel de jugadores altísimo. Los comienzos fueron complicados y por eso no tengo más que palabras de agradecimiento para un Baloncesto León en el que siempre tuve la sensación de que todo el mundo estaba conmigo. Cuando las cosas no iban bien siempre había un directivo dispuesto a invitarte a comer para transmitirse su mensaje de ánimo y apoyo, pequeños detalles que hacían que el día a día fuera más sencillo gracias a la calidad humana de un grupo de directivos único”.
El proyecto de todo un ex ACB como el Tenerife Rural o los ambiciosos ideales del Palma Aqua Mágica fueron los dos siguientes destinos de un técnico que terminaría recalando en un Planasa Navarra en el que encontraría estabilidad durante 4 temporadas y un total de 113 encuentros. Un lugar en el que irrumpiría con fuerza llevando al equipo a los playoffs durante dos temporadas consecutivas con la disputa incluso de unas semifinales por el ascenso a la Liga Endesa a un equipo humilde y recién llegado a la competición.
El crecimiento social y económico del club iría en paralelo a la labor de un técnico que hizo brillar la parcela deportiva de un equipo que despertó el interés del baloncesto nacional: “Hicimos dos temporadas sensacionales que lograron un mayor reconocimiento fuera que dentro del club. Es muy difícil hacerlo mejor que como se hizo en esas dos ocasiones consecutivas y con dos equipos muy diferentes; eso puede hacer perder la perspectiva y llevar a creer que siempre vas a lograr buenos vestuarios pese a cambiar muchas piezas y, por desgracia, eso no suele ser así. El equipo de la segunda temporada fue realmente fantástico con gente como Mikel Úriz o Jorge García a los que no pudimos mantener y a los que llegamos a echar mucho de menos con el tiempo teniendo que comenzar de nuevo de cero”.
Pese a que la cuarta temporada de nuestro protagonista en Pamplona no ha empezado por el camino que a él le hubiera gustado, Jareño nunca pierde la perspectiva de trabajo respecto a un equipo en el que tiene depositada toda su confianza y que, en caso de victoria en el Palau, igualaría un 2-6 de inicio idéntico al que marcara el comienzo de una campaña 2011/12 en la que terminaran por alcanzar las semifinales: “Si no creyera que podemos sacar esto adelante sería honesto y no estaría aquí; nuestra obligación como profesionales es trabajar día a día para mejorar sin mirar atrás. No pensamos en la configuración del equipo ni en todos los problemas que hemos tenido con las lesiones sino que miramos al frente, pensando en el próximo partido, y en poder dar un nuevo paso al frente para sumar una nueva victoria”.
Y para ello será esencial la unión de un vestuario más que evidente sobre la pista con la que Jareño tratará de reflotar el rumbo de una nave llamada a volar alto: “Sin duda esa unión existe pero no sólo desde la primera victoria sino desde el primer día de entrenamiento. Las cosas no cambian en apenas una semana, el equipo estaba entrenando y trabajando bien sin que hubiesen salido las cosas por ahora hasta que en el último partido las cosas salen de otro modo y terminas haciéndote con el triunfo. El compromiso de los jugadores siempre ha sido máximo buscando enfocar su baloncesto hacia la victoria y una vez que la primera ha llegado las cosas terminarán saliendo”.
Y para seguir creciendo como equipo, los navarros tendrán una nueva oportunidad sobre la cancha del Palau Blaugrana, una pista especial para un Jareño que cumplirá su ya mencionado encuentro 300 y en el que tratará de remontar hacia un futuro al que mira con optimismo: “Un partido en el Palau siempre es especial ya que ahí gané la Liga ACB con Sergio Scariolo pero tendría la misma satisfacción si hubiese llegado a los 300 en cualquier otra pista ya que para mí es toda una satisfacción el haber alcanzado esa cifra en una liga tan dura y exigente como la Adecco Oro. Siempre he creído que esta liga tiene todos los ingredientes para ser uno de los referentes del baloncesto europeo y por eso quiero que mi equipo siga dando lo máximo en una competición en la que vamos a tratar de cambiar un año que no ha empezado bien y en el que queremos dar la vuelta al calcetín para completar una temporada de la que nos sintamos todos orgullosos“.
Palmarés deportivo - Ángel G. Jareño:
1990/91: Real Madrid - Subcampeonato de Copa Korac
1991/92: Real Madrid - Subcampeón Liga ACB
1992/93: Guadalajara - Ascenso a la Liga ACB
1994/95: Real Madrid - Campeón Copa de Europa
1994/95: Real Madrid - Campeón del Torneo de Navidad
1995/96: Real Madrid - Campeón del Torneo de Navidad
1996/97: Real Madrid - Campeón del Torneo de Navidad
1996/97: Real Madrid - Subcampeón Liga ACB
1999/00: Real Madrid - Campeón del Torneo de Navidad
1999/00: Real Madrid - Campeón Liga ACB
1999/00: All Star ACB - Entrenador Ayudante de Miki Vukovic
2000/01: Real Madrid - Subcampeón Copa del Rey
2000/01: Real Madrid - Subcampeón Liga ACB
Trayectoria deportiva - Ángel G. Jareño:
1977/85: CNS Buen Consejo y CB Inmobanco (Formación)
1985/86: Collado Villalba (1ª División)
1986/89: Real Madrid (Cat. de formación)
1989/90: Real Madrid (ACB) - Ayudante G.Karl
1990/91: Real Madrid (ACB) - Ayudante I.Pinedo y primero
1991/92: Real Madrid (ACB) - Ayudante G.Karl y C.Luyk
1992/94: CB Guadalajara (Primera División)
1994/97: Real Madrid (ACB) - Ayudante Z.Obradovic
1997/98: Real Canoe (Liga EBA)
1998/99: Real Madrid (Liga EBA)
1999/02: Real Madrid (ACB) - Ayudante S. Scariolo
2003/05: Baloncesto León (Adecco Oro)
2005/06: Tenerife Rural (Adecco Oro)
2006/07: Palma Aqua Mágica (Adecco Oro)
2007/08: Menorca Básquet (ACB) - Scouter Internacional
2008/09: Cajasol Sevilla (ACB) - Ayudante M.Comas y P.Martínez
2010/14: Planasa Navarra (Adecco Oro)
Trayectoria internacional - Ángel G. Jareño:
1986: Selección Junior - Torneo de Mannheim (Ayudante M.Comas)
1988: Selección Nacional de Minibasket (Ayudante)
1993: Selección U23 - Cto. del Mundo de Valladolid (Ayudante G.Aranzana)