XAVI OLTRA
España ha rozado la gloria más que nunca ante los elegidos por este deporte, al competir al máximo nivel en toda una final olímpica por el oro. Estados Unidos sufrió como nunca ante un conjunto español de leyenda, sólido, brillante, inolvidable, irrepetible… El Dream Team ganó 107-100 pero padeció el talento de los Gasol, Navarro, Rudy, Ibaka, Reyes, Llull, Sergio Rodríguez, etc. Las variantes tácticas defensivas y el enorme partido en ataque de España mantuvo el electrónico ajustadísimo durante 30 minutos (83-82), ante un rival lleno de dudas y miedos ante la exhibición que estaba padeciendo. Sólo un parcial inicial en el último cuarto de 14-5 (97-87) dio aire a los americanos, que a falta de seis minutos sólo ganaban por seis (99-93). Un triple de LeBron, otro errado por un celestial Navarro y una dudosa falta en ataque de Pau decantaron finalmente la balanza, que tuvo su sentencia con una canasta de Paul a falta de 50 segundos (104-93). Pau Gasol (24p, 8r, 7asist) y Navarro (21p) firmaron una actuación pletórica, mientras que Durant (30p) martilleó el aro español y mantuvo a flote la nave americana cuando la posibilidad de zozobra más acechaba en el Dream Team, sin duda la segunda mejor versión respecto al original del 92. La mejor generación del baloncesto español suma una nueva plata histórica, que junto con los 3 oros y 2 platas anteriores en Mundial, Eurobasket y también Juegos Olímpicos convierten a este grupo en irrepetible y legendario.
MVP del Partido
K. Durant
- Val.
Kevin Durant fue el flotador al que se agarró el Dream Team cuando España amenazaba con hacer zozobrar la nave americana. El alero de los Thunder machacó el aro español con una actuación demoledora: 30 puntos y 8 rebotes con 5/13 en triples, 3/5 en tiros de dos y 9/10 en tiros libres. Cuando el partido ofreció dudas y desconfianza en el banquillo ‘yanqui’, Durant apareció con sus triples contra la zona o individual para que su equipo mantuviera el tipo y mínimos márgenes en el marcador.
La Clave
El ritmo impuesto por España fue de libro. Controlado y con excelente lectura. Nunca se corrió si la situación no fue muy clara y lo más importante: no se dejó correr a los americanos. El balance defensivo fue excelente y USA no anotó prácticamente canastas de contraataque (sobre todo en la primera mitad), su habitual fuente de puntos. Ello, sumado a la paciencia y buen criterio y selección en ataque permitió estar siempre en el encuentro y mantener apretado el electrónico. Los parciales abrumadores de Estados Unidos brillaron por su ausencia, gracias también a la aplicación e igualdad en el rebote (34 ambos equipos). La incomodidad americana fue la mejora aliada de los de Scariolo y provocó las dudas en el Dream Team, primer objetivo para conseguir el sueño. La otra clave fue la explotación acertada del juego interior en la segunda mitad. Los 17 puntos de Pau casi seguidos en el tercer cuarto, superando en la pintura primero a Chandler y luego a Love, fueron memorables. Ibaka también hizo daño frente a Carmelo y en definitiva los americanos, como se podría prever, sufrieron sin pívots en la zona. Otra de las claves fue la inevitable ausencia de Pau y Navarro al final del tercer cuarto e inicio del último. El descanso de ambos era obligado y necesario, y el equipo lo acusó con un parcial negativo al principio del cuarto final.
El Detalle Técnico
Scariolo quiso confundir el ataque americano con una defensa en zona con ajustes, que se dispuso inicialmente como 2-3 en ocasiones y como 3-2 en otras. Lo cierto es que el balón no circuló con fluidez para USA, además de ralentizarse mucho el juego, ideal para los españoles. El problema fue el 7/10 en triples del primer cuarto. Sencillamente demoledor. Con un acierto así nada vale. En la segunda mitad, a excepción de Durant, Estados Unidos ya no hizo tanto daño desde el perímetro y siguió sintiéndose incómodo. También al final con la zona mixta (caja y uno), que repitió el técnico italiano como ante Francia, en este caso Llull sobre Durant. Desgraciadamente fue LeBron el que anotó el triple decisivo. Por otra parte, la aparición y dirección de Sergio Rodríguez en el segundo cuarto fue primordial, con 8 abajo para España (35-27). Sus penetraciones y su capacidad para doblar desarboló la excelente defensa individual americana y metió de nuevo a los suyos en el partido. El Chacho lo bordó en su mejor virtud, driblar y penetrar leyendo el ‘pick and roll’ central y escogiendo la mejor opción con asistencias de libro. Además, impuso el ritmo que más le gusta, con transiciones rápidas, pero con tranquilidad para no correr ni definir precipitadamente.
El Momento
Con 99-93 en el marcador tras unmate de Marc y 2’22’’ por jugarse llegó la hora de la verdad. LeBron anotó untriple clave, mientras que en el siguiente ataque Pau recibió una discutiblefalta en ataque en un bloqueo. Posteriormente y con el mismo marcador Navarrofalló un triple que aún podría haber dado vida. Chris Paul, agotando laposesión, puso la puntilla a 50 segundos con una bandeja (104-93). Previamenteen el arranque del último cuarto (83-32), con Pau y Navarro al principio en elbanco, España encajó un 14-5 (97-87). El obligado reposo de ambos dio margen aUSA y obligó a un sobre esfuerzo al conjunto español en los últimos cuatrominutos. Demasiado.
Conclusión
España no sólo no defraudó sinó que sorprendió por ofrecer aún más brillo y talento en la final. La disputó ante USA, reeditando de nuevo el partido más atractivo posible en el panorama internacional. Tras dos derrotas puntuales en la primera fase los de Scariolo mostraron todo su carácter, talento y experiencia en los cruces para jugarse finalmente el oro ante un Dream Team temible. Su respuesta fue colosal pero esperada y previsible: un partidazo histórico, de leyenda, con una exhibición defensiva y ofensiva de los españoles, que casi lograron el sueño del oro. La plata premia sin duda a un equipo y una generación histórica, que con seis medallas (oro y plata) en los últimos seis años agranda por méritos propios aún más su leyenda en nuestro país.