Querido Presidente:

Muchas felicidades. Los españoles le han otorgado la responsabilidad de dirigir nuestro país en los próximos cuatro años, una responsabilidad que sin duda conllevará la toma de decisiones importantes en cuestiones de gran impacto para la vida de todos los ciudadanos. Y entre ellas estará sin duda el deporte, cuya relevancia en la sociedad es cada día mayor. Como es conocido, en los últimos años, de la mano de nuestros grandes deportistas de referencia pero también de la proliferación de magníficas instalaciones España se ha convertido en un país muy vinculado al deporte. Por el seguimiento de los numerosos éxitos cosechados – hasta poco inimaginables y que se han revelado como un gran factor de vertebración y cohesión- y por las posibilidades que ha generado a través de su práctica como hábito saludable y su fuerza social.

Pero aunque podemos presumir de los efectos positivos que el deporte tiene ya en nuestra sociedad, no podemos caer en la autocomplacencia ni darlo todo por hecho. Tenemos la obligación de plantearnos nuevos retos que nos ayuden a seguir creciendo y mejorando. Y para ello el deporte necesita de la complicidad y el apoyo de todo su Gobierno.

El gran objetivo global que nos debemos marcar no es otro que el de convertir el deporte en el mejor elemento posible de transmisión de unos valores que ayuden a mejorar la sociedad donde vivimos: el trabajo en equipo, el esfuerzo, el compromiso, el sacrificio, la integración, la ambición y el respeto, la generosidad, la ilusión, la pasión… por supuesto bajo la bandera del juego limpio.

Todo ello sólo lo podremos conseguir a través de programas específicos que, entre otros aspectos, apoyen la escolarización en igualdad y combatan la lucha contra el fracaso escolar, promuevan la vida sana atacando la obesidad infantil y el alcoholismo, faciliten la integración y animen la cooperación y la tarea asistencial en las regiones más desfavorecidas, tanto en nuestro país como más allá de nuestras fronteras… En definitiva , programas y proyectos que hagan del deporte una herramienta real de transformación social.

Para acometer este ambicioso plan es necesario mirar mucho más allá del deporte profesional y el fútbol. Porque los grandes éxitos mediáticos lo serán mucho más si somos capaces de dar pasos adelante e innovar en las fórmulas de gestión, no sólo para colaborar en el ahorro de importantes partidas presupuestarias del Estado –en educación, en salud…- sino también para convertir el deporte en una fuente de ingresos, uniéndolo al turismo y a nuestros sectores de referencia, y redefiniendo la apuesta por los grandes eventos como inmejorables oportunidades de inversión. Para todo esto, evidentemente, el deporte debe ser ejemplo de rigor y administración responsable.

Querido Presidente, mucho de lo que años atrás era un sueño ahora es una realidad. Y como nos recuerda Albert Espinosa, si creemos en los sueños, los sueños se crean. En toda la ingente tarea que le espera – además en un importantísimo momento de la historia de nuestro país-, el Baloncesto le desea suerte y acierto. Y se pone a su total disposición para colaborar con su granito de arena a hacer de España un país cada vez mejor, más reconocido y más orgulloso de sí mismo.

Un abrazo:
@jlsaezfeb