Al precursor del arbitraje moderno no le gustaban las perlas
5/5/2011 - 2:13 PM
Hubo una época en la que el Baloncesto Español no era posible ganar fuera de casa pero, igual que el resto de estamentos del deporte de la canasta, el arbitraje dio un paso al frente con la llegada de una figura que acabaría revolucionando el concepto de ‘DIRIGIR’ un encuentro convirtiéndose en el gran precursor de un modelo que modernizó el mundo del silbato.
COMUNICACIÓN FEB
Ese pionero fue Ángel Sancha quién antes de ser Presidente del Comité Técnico Árbitral predicó con el ejemplo con anécdotas como la de la única liga que no conquistó Pedro Ferrándiz en una actuación mítica inmortalizada por el maestro Tello en el siguiente párrafo: “Emilio Segura gatea sobre la figura enhiesta de Clifford Luyk, tieso bajo el aro madridista, y deja una bandeja que significa la victoria del Estudiantes por un solo punto y, de rebote, hace campeón de Liga al Joventut. El árbitro, Ángel Sancha, consideró que había sido personal de ataque e hizo la señalización reglamentada para anular la canasta (cruzar las manos de un lado a otro por delante). Pero había estallado el júbilo en las gradas y la Demencia se trasladaba en oleada hacia la cancha. Viendo aproximarse la marea humana, Ángel consideró que más vale un rectificador vivo que un héroe masacrado. Y siguió haciendo el gesto de 'anular', pero acompañándolo con frases aclaratorias: "¡Fuera el público! ¡Desalojen la cancha!" "Vale la canasta, pero desalojen la cancha".
Y así fue como Pedro Ferrándiz perdió su Liga, el Joventut ganó la suya y Ángel Sancha llegó a conocer a sus nietos. Todo lo que cuento es absolutamente cierto. El propio Sancha lo ha reconocido en diferentes ocasiones, lo que dice tanto de su honradez como de su instinto de supervivencia…” Pero Sancha no dejó que sus ideas murieran tras el retiro de las canchas a los 47 años. El mismo hombre capaz de renunciar a los Juegos Olímpicos de México 68 por su decisión sobre una promoción de ascenso a Primera B entre Gramanet y Perlas Manacor (ver artículo adjunto) tenía muy claro hacia donde debía caminar el arbitraje. Por eso en el Clínic de Lisboa se peleó para promocionar a la generación del 86 donde históricos como Sanchís, Escobar, Mas, Neyro o Herrera siguieron su estela abriendo un duro camino a base de carácter. Una estela que seguiría la Generación del 86 con Monjas, Mitjana, Mateo Ramos, ‘Miguelo’ Betancor, Eduardo Sancha o Arencibia quienes, junto a Hernández Cabrera, llevarían al Arbitraje Español a ser considerado el mejor de Europa.
EL TALENTO SIN ESTRUCTURA NO ES SUFICIENTE
Tanto el espejo de una generación irrepetible como la estructura de un baloncesto cada día más sólido hizo que el mundo del arbitraje en España llegara a la mayoría de edad, pero la última década ha servido para alcanzar el doctorado con un sistema de captación e iniciación en Federaciones Autonómicas que asegura una nutrida cantera sobre la que pulir, en los Campeonatos y Competiciones que vertebran el Baloncesto Español, a los talentos que han hecho posible una década de asombroso crecimiento en el arbitraje español valorado incluso por el Director Deportivo de FIBA, el ex árbitro internacional Lubomir Kotleba quién, tras conocer la labor de tutoría y e-learning realizado desde la FEB, declaró sentirse “muy impresionado por el excelente trabajo realizado por la FEB para hacer mejores no sólo a sus árbitros sino a los de todo el mundo” Y es que en la última década el crecimiento de elementos técnicos y estructurales del Baloncesto Español impulsados por José Luis Sáez han dado el paso definitivo para “lograr que la unificación de criterios guíe la formación de un colectivo fundamental para el desarrollo de nuestro deporte a quién hay que mimar como parte fundamental de un sector del que forman parte como los jugadores o entrenadores”
UN SOLO MUNDO, UNA SOLA REGLA UN SOLO CRITERIO
Tras la polémica final de los Juegos Olímpicos de Pekín en la que España no pudo obtener el oro ante EE.UU. en el considerado mejor partido de baloncesto de todos los tiempos el Baloncesto Español extrajo una importante conclusión a nivel arbitral. “Para que el deporte sigua evolucionando resulta fundamental la unificación de criterios en la aplicación de las reglas” afirma Ángel Palmi. Y es que el Director Deportivo y Presidente del Comité Técnico Arbitral tiene claro que “desde las reuniones de unificación de criterios con los responsables de las Federaciones Autonómicas hasta el trabajo de tutoría personalizado en los diferentes grupos de arbitraje coordinados con el departamento ACB el conseguir caminar en la misma dirección ha ayudado a España a tener los mejores árbitros del Mundo como se demuestra en la última oleada de designaciones internacionales para el verano de 2011”. Un éxito para el que resulta imprescindible el trabajo realizado por un área de arbitraje FEB que nació bajo los auspicios de Ángel Sancha, el gran precursor del Arbitraje moderno.
EL PERLAGATE
Contaba el propio Sancha como en el partido de vuelta de una eliminatoria de promoción a primera B entre Gramanet y Manacor, ante la masiva presión del público y la ausencia de presencia policial en el Pabellón local, se acercó a su compañero Santolaria y llamó al capitán del
Gramanet a quién, gesticulando como si le abroncase, le dijo: "Le comunico que el partido está concluido con el tanteo actual (favorecía al Gramanet en el cómputo de la eliminatoria), así que permitan que el Manacor gane por el doble de lo que necesita, para evitar incidentes".
Así se hizo, con júbilo local y vítores para una pareja arbitral que fue agasajada por los directivos isleños que acompañaron a los colegiados
hasta la escalerilla del avión en el aeropuerto de Palma. Justo antes de marcar embarcar Sancha se dirigió al presidente del Manacor: "Gracias por todo. Pero debo decirle que esa nota de 'se acompaña informe' que figura en el acta significa que...".
A partir de ese momento las presiones se sucedieron. Desde protestas oficiales, recursos y expedientes que no alteraron a un Sancha que renunció a ir a los Juegos del 68, para evitar presiones sobre un Anselmo López que posteriormente le recomendaría para Múnich 72.