ANTONIO RODRÍGUEZ / DPTO COMUNICACIÓN FEB Y es que, hace 30 años, el baloncesto español, con sus virtudes y defectos, tenía muchos alicientes, muchos atractivos. Los suficientes para aporrear la puerta entre las preferencias de los aficionados y hacerlo tremendamente popular. Hoy todos nos empapamos de éxitos, pero sería bueno mirar de reojo todo aquello. Primero, para quienes no lo conocieron. Sí, por aquel entonces había mates, tiradores excelsos y auténticos “voladores”. Y para quienes lo conocieron, hacerse sentir partícipes de aquello, que con el apoyo de todos se viven hoy días de vino y rosas.