Habla de responsabilidad, ¿puede ser un extra dirigir a la mejor Selección femenina de todos los tiempos? Posiblemente sí que sea la mejor. Sancho Lyttle sube mucho la calidad. Confiamos en que nos ayude mucho, pero sólo hablamos de ella y tenemos otras grandes jugadoras. ¿Cómo se toma incorporar tan tarde a su figura? Tenemos que asumirlo. La normativa está así, pero creo que la gran calidad de Sancho nos va a permitir que su adaptación sea rápida. Aunque me da miedo porque en los últimos partidos de la final de la WNBA ha aportado poco y me preocupa que sea un problema de cansancio físico y mental. ¿Qué supone contar con una estrella WNBA como Lyttle? Genera mayor ilusión. Es la primera vez que acudimos a un Mundial a competir con casi todas las selecciones. Australia y Estados Unidos siguen un pasito por delante, pero con las demás podemos competir y optar por primera vez a una medalla. Entonces, ¿el objetivo es la lucha por el podio? Más que el objetivo es el reto. Ser capaces de estar por delante de Francia, de Brasil... ¿Qué tienen EE UU y Australia para seguir en otra liga? EE UU tiene 15 ó 20 jugadores que están entre las 25 mejores del mundo, por lo tanto, lo tienen todo. Y Australia tiene a Lauren Jackson. Físicamente son selecciones superiores. España mezcla la vieja guardia (Aguilar, Valdemoro, Palau...) con la nueva (Torrens, Nicholls...). La vieja guardia está muy motivada porque, posiblemente, sea su último Mundial, pero España está sacando a grandes jugadoras. Estoy tranquilo. Y vuelve Marta Fernández. Junto a Nuria Martínez son dos regresos importantes. Con Marta ganamos un extra de velocidad. Ayer tuvo que hacer el último descarte y la elegida ha sido Silvia Domínguez, ¿por qué? Ha sido una decisión dura porque tenemos cuatro excelentes bases con Laia Palau, Elisa Aguilar, Nuria Martínez y Silvia. Tenía que dejar a una fuera.