SEMIS COPA LEB: CAI 78 - MENORCA 95
Reynés destroza al CAI Zaragoza
8/9/2005 - 11:28 AM
El base del IBB Hotels Menorca da una lección magistral de dirección en Huesca y coloca a su equipo en la gran final de la XIII Copa Príncipe de Asturias. CAI Zaragoza se vio incapaz de frenar la lucidez ofensiva del rival y no podrá defender el título copero.
Los buenos seguidores de la LEB conocen a la perfección el ordenador de a bordo que conduce al IBB Hotels Menorca. Patricio Reynés es el cerebro en la pista del equipo que entrena Curro Segura, un técnico que tiene plena confianza en todas las decisiones que su base toma sobre la pista. Reynés es capaz de leer con balón y en carrera la mejor opción en transición que conviene a su equipo. Seguro que Oscar Quintana, el técnico del CAI Zaragoza -equipo que defiende el título en esta edición de la Copa Principe que se disputa en Huesca, había advertido a sus jugadores al peligro que se arriesgaban en el caso de que Reynés lograse recibir el primer pase de contraataque en carrera¿Pues bien, cayeron en el error de permitírselo y el partido se quebró a favor de los menorquines antes del descanso.
Menorca se apoyó en una defensa de ayudas -casi convertida en zona cuando el balón caía en manos de Reynolds- para asegurar el rebote y rápidamente traspasar el balón a Reynes, que comenzaba a dibujar la canasta en transición. Quintana paró el partido con un tiempo muerto cuando esta jugada se repetía una vez tras otra y el marcador reflejaba una ventaja apreciable a favor de los baleares (6-14, min. 6). Poco después Curro Segura le daba el merecido descanso a su base y Mario Bruno tomaba los galones (9-21, min. 8). Si alguien pensaba que Menorca perdería efectividad o su ritmo cambiaría, se equivocó por completo. Segura, con valentía y criterio, colocó en la pista un quinteto nacional donde Sabaté era el veterano: Bruno, Galarreta, Coego, Urko Otegui y el ya mencionado Sabaté. Las diferencias se fueron disparando y cuando Reynés regresó a la cancha (27-44, min. 17) se encontró que sus compañeros habían captado el mensaje que les dejó antes del descanso: defensa y a correr. CAI se vio roto por momentos (27-46, min. 18) y sólo Reynolds aportaba puntos con cierta facilidad.
La verdad es que para alguien que habitualmente no siga al Menorca y tomara contacto con ellos por primera vez en esta semifinal copera le sería complicado adivinar cuáles son los titulares del equipo balear y quienes tienen el rol de suplentes. Si bien Moss y Reynés sobresalían especialmente, el resto de jugadores se mostraban inconmensurables. Un buen ejemplo fue el de Urko Otegui. El pívot se duplicó en defensa y estuvo perfecto en ataque, donde anotó unos tiros cómodos a 5 y 6 metros al ver que su defensor le daba espacio suficiente. A pesar del cambio a zona que ordenó Quintana, Menorca salvó con paciencia el cambio táctico y en ningún momento se apreció relajación pese a la ventaja adquirida (50-72, min. 29).
Quintana se desgallitaba en la banda al pedir mayor intensidad a sus jugadores. Les alentaba a darlo todo. Estaban ante su público y no era cuestión de tirar el partido antes de tiempo (67-76, min. 36). La mejoría maña fue cortada de raiz por el mágico Reynés. El base mandaba con balón y sin el. Sabía que cada ataque era oro y les insistía a todos sus compañeros que eligiesen la mejor de opción cada vez que se tiraba a canasta. De esa manera tan sencilla y lógica, Menorca evitó apuros de último hora y se coló merecidamente en la final.