FUENLABRADA - IBB HOTELS MENORCA (20-30) (36-45) (59-60) (75-74) 2000 espectadores Son, sin duda, dos de los equipos más en forma de la competición y lo demostraron en un encuentro espectacular que podía haber vencido cualquiera de los finalistas pero que acabó dominando el conjunto de Luis Casimiro gracias a su dureza mental. Ya de inicio el partido fue brillante, pleno de aciertos por ambos bandos y con el Menorca imponiendo el ritmo de Reynés. Pero el líder dispone de recursos suficientes para equilibrar cualquier situación comprometida y el oficio de Guardia y Solana mantenía a los madrileños en un partido que Casimiro paró con un tiempo muerto a los 6 minutos (12-19). EXPLOSION DE ALBERTO MIGUEL: Alberto Miguel demostraba por qué es un jugador que decide partidos y su impresionante acierto en el tiro, unido al gran trabajo defensivo de un entonado Moss, permitían a los baleares soñar con el primer título de su historia (20-30). El Fuenlabrada forzaba sus acciones defensivas para seguir recortando diferencias en el marcador y cuando se puso en zona el acierto de Anagnostou desde la media distancia y el dominio del rebote les acercó peligrosamente al IBB (30-36) a tres minutos del descanso. El tiempo muerto de Curro Segura, el retorno de Reynés a la pista y la tercera falta de Salva Guardia parecía traducirse en un 36-42 que sonaba a tregua pactada para llegar a los vestuarios con opciones para ambos bandos. Pero la jugada de pizarra del IBB disparó la ventaja a los nuevo puntos para el Menorca gracias a un nuevo triple estratosférico de Alberto Miguel que además llegaba a los 14 puntos sin fallo en el triple (4 de 4). GERRA DE GUERRILLAS HASTA EL FINAL: Menorca encaraba la reanudación intentando correr para romper el partido. Pero en frente se encontró a un sólido equipo que no se descomponía pese a jugar por detrás en el marcador (algo a lo que el líder no está muy acostumbrado). El gran trabajo de Ferrán López, no entrando en el cuerpo a cuerpo con el genial Reynés, unido al talento ofensivo de Quintana y a la casta de Guardia situó al equipo de Casimiro a sólo tres puntos (48-51). Llegó entonces el momento de Coego, que con varias acciones de mérito dio oxígeno el Menorca hasta que los puntos de López y la garra de Guardia devolvieron la igualdad con el último cuarto por delante (59-60). Tras dos minutos sin que nadie anotara Guardia adelantó por primera vez al Fuenlabrada (61-60), pero la respuesta de Stewart en forma de triple daba paso a un período de igualdad absoluta con 3 minutos por jugarse (67-67). Pero en los instantes finales el Fuenlabrada impuso su mayor veteranía en un cara y cruz que pudo haber sonreído al IBB si Stewart acierta con el lanzamiento final. Quintana impuso su calidad en las acciones finales y la suerte de los campeones sonrió al Fuenlabrada que es justo campeón de esta Copa Príncipe de Asturias con aroma oscense.