Comunicación Villa de Los Barrios Al término del encuentro, Moncho Fernández fue paseado a hombros ante cerca de dos mil aficionados que, en pie, aplaudían al compostelano. En tres temporadas, él y su equipo técnico han logrado que el Villa pase de ser un equipo que sólo pensaba en la permanencia como objetivo, a permitir que un pequeño pueblo de 20.000 habitantes sueñe con un histórico ascenso a la ACB. Algo impensable antes de su llegada al banquillo gualdiverde. Moncho Fernández hace de la modestia su bandera, y en más de una ocasión ha asegurado que “nada de esto se podría conseguir sin el enorme trabajo de mis ayudantes, Gonzalo Menéndez y Hugo López, que hacen una labor impresionante, así como Silvano Montenegro, preparador físico, Rafael Pérez, nuestro fisioterapeuta, José Luis Navarro, médico del club, y también al resto del staff técnico del club. Y tampoco puedo olvidarme de mis jugadores. Podré tener, en lo que me resta de carrera deportiva, mejores plantillas. Pero compromiso y equipo en su más pleno significado es muy difícil que pueda nadie repetir lo que he tenido este año en mis manos. Sin estos jugadores, y sin mis ayudantes, Los Barrios (que no Moncho Fernández) no habría podido llegar a una Final a Cuatro”. Pero los números están ahí. Con Moncho Fernández, el Villa ha jugado 102 partidos de liga, uno de Copa del Príncipe y 8 partidos de Play-Off. De esos 111 partidos oficiales, se han ganado 55 partidos de liga y 3 de Play-Off. 58 de 111 hacen un total del 53% de partidos ganados. Más de la mitad. Algo que ni entrenadores con el caché de Paco Olmos o Quino Salvo han conseguido en este club. Y Moncho Fernández y sus ayudantes han sido los únicos que han llevado al Villa a jugar una Copa del Príncipe. Y los únicos que han llevado a Los Barrios a un playoff de ascenso, cuando éste lo juegan los ocho (o nueve) primeros clasificados. Y por supuesto, los únicos que han conseguido llevar al Villa a una Final a Cuatro. La afición reconoce el enorme trabajo del compostelano, y no paró, durante el choque ante el Breogán, de animarle. En Lugo no encontró el cariño de la afición. En Los Barrios ha encontrado un público que le idolatra. “Quizá haya entrenadores mucho más buenos que Moncho”, dicen en la grada barreña. “Pero trabajadores como él hay pocos. Y es el único que nos ha hecho tocar el cielo. Moncho no será el mejor para muchos, pero para nosotros sí que lo es”.