COPA PRÍNCIPE
La Copa es un gran motivo
1/26/2009 - 11:04 AM
Pedro Rojas, responsable de deportes de La Verdad de Alicante, nos ofrece una columna con sus sensaciones sobre la Copa Príncipe, que viajará a la localidad levantina para ser testigo de un choque de auténtico lujo entre el Lucentum Alicante y el Melilla Baloncesto.
Pedro Rojas (Responsable de Deportes del diario La Verdad de Alicante y productor del 'Tirachinas' en Cope Alicante)
Tiempo de disfrute, de paladeo esencial de baloncesto en estado puro, de sana confrontación, de estás dentro o te quedas fuera. La Copa Príncipe es un mirador de fábula en el que sentarse merecidamente a contemplar el excelente trabajo realizado hasta la fecha, que es mucho. Un motivo de satisfacción para quienes la juegan, los dos mejores equipos de la Liga. La dictadura televisiva pretende condenar al olvido de masas todo lo que no tiene sitio en su pantalla. Pero hay que ir más allá, quitarse la venda, sacudirse la frivolidad y recordar todo lo que fuimos cuando todavía no éramos nada. Todas las historias tienen un principio, uno humilde repleto de sueños y delirios de grandeza, uno inconformista que siempre aspira más. Probablemente resulte difícil descubrir de un solo vistazo la belleza del trofeo al que da nombre el hijo de Su Majestad después de haber vibrado una vez con la Copa del Rey. Es verdad, pero no por eso deja de ser mágica. Hubo una vez, y tampoco hace mucho de eso, que la afición del Lucentum hipotecó su alma para poder levantarla. Lo hizo. Ese es el espíritu que necesitamos rescatar en la fiesta del domingo, el de la humildad de las franquicias que se construyen para perdurar, para tener derecho de piso en la élite del basket nacional.
El momento es ahora, pasen y vean, animen, sufran y felicítense al final. Dos ciudades, Alicante y Melilla, dos maneras de pensar que sin ustedes, los que apoyan desde la grada o en espíritu, solo serían canastas sin red en medio del mar. La Copa Príncipe es un gran motivo, supone un anticipo, un sorbito inefable y delicioso de lo que vendrá. Que gane el mejor, y si puede ser, que gane su equipo.