¿Cómo es un día normal en el Pekín olímpico? Es bastante sencillo. Por la mañana desayunar e ir al gimnasio (hay que hacer ejercicios aunque ya no esté activo). Después vamos al pabellón para evaluar los arbitrajes, y finalmente preparar algunos video-clips junto al equipo evaluador. Tuviste el honor de dirigir una final olímpica en Atlanta’96… Haber pitado una final olímpica fue un placer sobre todo por lo que significa, y estando de nuevo en otros Juegos Olímpicos me vienen muchos recuerdos. La sensación de Atlanta es imposible reflejarla en un texto, pero me siento orgulloso como español de haber podido arbitrar una final olímpica. ¿Cuáles son tus próximos objetivos? Como coordinador arbitral de FIBA EUROPE, poder dejar una estructura profesional y educativa del arbitraje europeo, donde todas las Federaciones puedan ver en la Federación Internacional un reflejo de ayuda, profesionalidad e imagen arbitral.