Turquía mostró sus cartas desde los primeros instantes del partido al emplearse muy duramente contra los jugadores españoles. Ni los españoles se dejaron intimidar ni los árbitros entendieron ese estilo de juego. Hasta un total de 43 faltas le fueron señaladas a los jugadores turcos, con lo que apenas hubo partido. Únicamente una técnica al seleccionado otomano en el final del primer propició un pequeño cambio en la dinámica de despegue español. El marcador pasó de una ventaja de 14 puntos para los de Luis Güil a 9. Pero punto final. Un Pere Tomas muy acertado en los lanzamientos de media distancia junto a Luis Parejo y Xavi Rabaseda se encargaron de sentenciar el partido antes del descanso. Ni siquiera un duro golpe de Aydogan sobre Tomas, que ya no volvió a ser el mismo, impidió que las diferencias siguieran incrementándose. Un triple desde 9 metros de Ricky Rubio marcó al final del segundo cuarto la máxima diferencia hasta ese momento (64-43). Tras el descanso apenas cambió el decorado. Los turcos mantuvieron una dureza innecesaria y España, poco a poco y aprovechando los 51 tiros libres de que dispuso (todo un entrenamiento desde esa distancia), alcanzó una máxima renta de 48 puntos (min. 28). Margen en el que se mantuvo hasta el definitivo 115-69. Este martes España cerrará el torneo ante Eslovenia a partir de las 20:30 h. Luego llegará el viernes el debut en el Europeo de Madrid ante Rumanía. ESPAÑA, 115 (26+38+27+24): Pere Tomas (13), Ricard Rubio (8), Xavi Rabaseda (15), Óscar Raya (4), Pablo Aguilar (17) -cinco inicial-, José Antonio Marco (10), Jorge Santana (3), Luis M. Parejo (15), Raimundo López (3), Sergio De la Fuente (10), Orlando Camí (7) y Pablo Almazán (10). TURQUÍA, 69 (17+26+12+14): Balbay (3), Onem (10), Deniz Kilic (4), Batuk (3), Yildiz (4) –cinco inicial-, Incekara (4), Mahmutoglu (17), Yildirim (3), Ozcan (11), Balto (0), Aydogan (10) y Can Cinko (0).