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Es uno de esos ejemplos de jugadores que disputan categorías inferiores con un potencial físico y de calidad muy superior. Formado en el Joyfe y en el Real Canoe, llegó a jugar 27 partidos siendo júnior y sénior de primer año. Una experiencia con pocos minutos de juego. Apostó por ‘bajar’ a la 1ª División madrileña, donde vistió las camisetas del Tajamar, el Agustiniano y el Joyfe… hasta que el recién ascendido Pintobasket le llamó para jugar Liga EBA.

Después de 10 partidos es el segundo jugador más valorado del Grupo B-B, con 24.8 puntos por partido, solo detrás de Kedar Nkosi, el alero del Tobarra Gasóleos Sánchez y Murcia con experiencia en ligas LEB. Es el máximo reboteador de toda la Conferencia B, con 12,2 rechaces por encuentro, por encima de Pablo Rodrigo, Álvaro Biersack o Asier de la Iglesia.

Además de los 12,2 rebotes promedia 14.1 puntos anotados, 2.6 asistencias, 1.0 recuperación y 4.2 faltas recibidas, para esos casi 25 puntos de valoración, lo que le convierten en el cuarto jugador nacional más valorado de toda la competición, por detrás de Pau Isern, Edualdo González y Rafa Villar.

Unos números espectaculares para un jugador poco conocido en la competición, pero que tiene calidad suficiente para ser un jugador diferencial. Pívot de 2.02 de altura, tiene un juego muy sobrio y eficaz. Gran reboteador, se maneja bien en los tiros cerca del aro y posee una buena visión de juego para sacar balones a compañeros liberados (2.6 asistencias por encuentro). En el Pintobasket es el jugador diferencial tanto en defensa como en ataque.