Llegó por primera vez a España con apenas 16 años y con el único objetivo de poder pasar unos días con su hermano Pancho Jasen en Madrid, pero su mera presencia en Magariños terminó por convertirse en su pasaporte a una nueva vida al otro lado del charco. Todo ello tras despertar el interés de un Movistar Estudiantes en el que comenzó de manera fortuita una exitosa carrera que mantiene hoy en día activa en la Liga EBA.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
A día de hoy, Juan Ignacio Jasen es un padre de familia residente en Murcia donde ejerce como todo un experto de las telecomunicaciones. Una vida que no dista mucho de la de cualquiera de sus vecinos pero que es capaz de transformar por completo cuando llega el fin de semana.
Porque a sus 34 años, este alero argentino sigue siendo un jugador respetado en una Liga EBA a la que llegó cuatro años atrás fruto del agotamiento mental que produce la élite y con el único deseo de poder desengancharse poco a poco de un deporte que fue su pasaporte a Europa 17 años atrás.
De este modo, Juani mantiene viva la pasión por un deporte al que se había asomado tímidamente en su juventud pero que se convirtió en un modelo de vida para él la primera vez que pisó el parqué de Magariños. Y es que su mera presencia en uno de los entrenamientos de su hermano Pancho en Madrid terminó por despertar el interés de un Movistar Estudiantes que lo llevó a sus primeros entrenamientos prácticamente con lo puesto y acompañado de unas zapatillas prestadas.
Así comenzó su andadura en un baloncesto nacional en el que acumula ya cerca de 400 encuentros entre Liga Endesa, LEB Oro, LEB Plata y Liga EBA y en el que sus guarismos siguen brillando ahora con fuerza pese a haber cedido ya el protagonismo a la otra gran pasión de su vida, la familia.
Pero no se preocupen, porque al pequeño de los hermanos Jasen parece por quedarle aún cuerda para rato en las filas de un Hero Jairis encantado con su jugador franquicia.
Jasen: “Dejé la élite por agotamiento mental pero en la Liga EBA he vuelto a disfrutar”
Han pasado ya algunos años desde que Juan Ignacio Jasen se apartara del calor de los focos y unos cuantos más desde que dejara atrás su Argentina natal para iniciar una nueva vida en España. Pese a ello, el que fuera uno de los treses altos de referencia en la Liga Endesa, no ha perdido de vista ambas pasiones desde una localidad de Murcia que nos sirve ahora como punto de encuentro telemático.
Juan Ignacio, habrá gente que aún se pregunte por qué un jugador de tu calidad decidió apartarse tan pronto de la élite…
“Fue una decisión que tomé en 2015 después del ascenso con Ford Burgos. Había sido un año realmente bueno a nivel grupal pero ya no tanto en lo personal donde comenzaba a notar un cierto agotamiento mental… No había tenido un año especialmente bueno así que decidí regresar a casa en Murcia y replantearme mi futuro. No me veía con muchas fuerzas de seguir compitiendo a nivel profesional así que decidí dar un paso atrás y empezar a disfrutar del baloncesto de otro modo en la Liga EBA”.
¿Hubieras imaginado en aquel verano de 2003 todo lo que ibas a llegar a encontrarte en tu periplo por España?
“A nivel deportivo quizá sí, porque llegaba con muchas ganas de poder hacerlo bien para que eso me ayudara a estar muchos años aquí, pero creo que no hubiera podido hacerme una idea de todo lo que iba a llegar a encontrarme en el plano personal. Con el paso de los años fui capaz de formar una familia y de poder asentar aquí mi vida que es algo que no estaba en mis planes iniciales y con lo que me siento realmente feliz”.
Llegaste a Madrid en un momento en el que era muy habitual el poder ver a jugadores argentinos cruzar el charco para poblar nuestras ligas… ¿Cómo viviste tú ese desembarco?
“Fue una época de mucho jugador argentino tanto en la Liga Endesa como en la LEB Oro y eso hacía que el seguimiento de estas ligas en Argentina fuera muy alto aunque, en mi caso, todo fue mucho más fortuito. Con 14-15 años vine por primera vez de visita a España para poder ver a mi hermano y quedarme unas tres semanas con él. Solía acompañarlo a ver los entrenamientos del primer equipo del Estudiantes y ahí les llamó la atención mi altura. Me preguntaron si jugaba al baloncesto y si me apetecía poder entrenar con los chicos de mi edad del club. No me había traído a España ropa de entrenamiento, pero entre la que me dejó el club y las zapatillas que le cogí a mi hermano pude trabajar algunos días con el Junior y el EBA. Volví a casa con el compromiso del club para que regresara al año siguiente y así comenzó todo”.
Sin embargo, el destino ha querido que nunca hayáis podido coincidir en un mismo equipo…
“Así es, porque en el tiempo que coincidimos en Estudiantes llegué a jugar cuatro partidos con el primer equipo pero en los que, desafortunadamente, siempre entré en el equipo porque él no podía jugar. Independientemente de ello, el día a día juntos fue impagable ya que pudimos compartir muchísimas cosas haciendo que fuera una de las mejores épocas de mi vida”.
Y a partir de ahí, casi 400 partidos disputados en España, ¿con qué momentos te quedas?
“Sin lugar a duda, con todo lo vivido en Granada. Estando en Estudiantes ellos apostaron por mí con un contrato de cinco años siendo aún muy joven y eso fue un refuerzo importante en ese momento. Al comienzo decidieron cederme al Gijón Baloncesto de LEB Oro pero tuve muchos menos minutos de los que pensábamos así que el club me llevó devuelta a Granada para empezar a darme las primeras oportunidades. Pude asentarme en un equipo que no tenía aspiraciones muy altas pero que me dio la oportunidad de poder tener minutos importantes en la Liga Endesa y, sobre todo, de poder sentirme cómodo en una competición importante”.
¿Te arrepientes ahora de haber colgado las botas quizá demasiado pronto?
“Arrepentirme no, pero quizá sí que fue una decisión que llegó mucho antes de lo que a mí me hubiera gustado. Echando la vista atrás pienso que llegó en un momento en el que era aún muy joven y que podía haber tenido baloncesto para algunos años más pero me cogió en un momento de colapso mental y en el que pensé que me podía compensar más el dejarlo que no el seguir sufriendo. Mi mujer estaba embarazada, estábamos distanciados y se juntaron varias cosas que hicieron que me sintiera más cómodo en casa que en el baloncesto profesional”.
¿Por qué la Liga EBA?
“Por una razón tan sencilla como es que el baloncesto te atrapa hasta tal punto que no puedes cortar de raíz. Después de muchos años entrenando y compitiendo no puedes dejarlo de golpe y en el Myrtia me ofrecían la posibilidad de seguir jugando algún tiempo con gente que había conocido ya en mi anterior etapa en Murcia. Entremedias hubo unos meses en los que hice un alto volviendo a jugar en el baloncesto argentino pero la realidad era que donde mejor me sentía era en Liga EBA, jugando sin mucha presión y disfrutando del baloncesto de otro modo”.
En estas dos temporadas en Hero Hairis has firmado una media de más de 20 tantos de valoración por partido, ¿qué te dicen estos números?
“Es algo a lo que no le doy una importancia excesivamente alta porque nunca lo hice durante mis años en el baloncesto profesional, aunque siéndote sincero, ahora es el indicador que me ayuda a entender que estoy haciendo las cosas bien. Son números que me dan también un poco de melancolía porque hace un par de temporadas competí en LEB Plata sin hacerlo del todo mal y pienso que esa situación pudo haberme ayudado a volver de nuevo a la élite, pero esa puerta se cerró inesperadamente y ahí quedó todo”.
¿Y si esa puerta volviera a abrirse, te atreverías a cruzarla?
“Me atrevería sin ningún tipo de problema al igual que me atreví hace un par de años, pero veo realmente complicado que pueda volver a abrirse porque la puerta que se cerró fue precisamente la de la LEB Plata con el Real Murcia. Nunca entendí muy bien la decisión ya que era uno de los jugadores que más minutos tenía y ellos me habían comentado que iba a seguir. Al final esa continuidad no se produjo y no puedes hacer otra cosa más que asumirlo y seguir disfrutando en donde puedan ayudarte a sentirte bien como ha sido el caso del Hero Jairis”.
Concluyamos hablando de futuro, ¿hasta cuándo podremos verte sobre las pistas?
“Creo que eso es algo a lo que no te puedo responder por ahora porque dependerá de cómo me vaya sintiendo sobre la cancha, pero mientras el cuerpo aguante y pueda seguir disfrutando, creo que seguiré sobre las pistas. Para jugar en Liga EBA siendo un alero alto no necesitas estar realmente al 100% en el plano físico ya que tu cuerpo puede ayudarte a compensar esas carencias y eso es algo que me ayuda. Por ahora me siento bien, el cuerpo responde y vamos a ver hasta donde me permite llegar esa situación y el tiempo que puede durar esto, pero mi intención sería la de poder seguir jugando algún tiempo más”.
Estadísticas de la temporada - Juan Ignacio Jasen:
Partidos jugados: 20
Minutos: 26,48 p.p.
Puntos: 12,1 p.p.
Rebotes: 6,6 p.p.
Asistencias: 4,8 p.p.
Recuperaciones: 1 p.p.
Tapones: 0,4 p.p.
Faltas recibidas: 4,7 p.p.
Valoración: 18,1 p.p.
Trayectoria deportiva - Juan Ignacio Jasen:
Categorías de formación: L.N.A. Bahía Blanca
2002/03: Leandro N. Alem Bahía Blanca (Juvenil - Argentina)
2003/05: Movistar Estudiantes (Liga EBA y Liga Endesa)
2005/06: Calefacciones Farho Gijón (LEB Oro)
2005/06: CB Granada (Liga Endesa)
2006/10: CB Granada (Liga Endesa)
2010/11: CB Murcia (LEB Oro)
2011/13: CB Murcia (Liga Endesa)
2013/14: Obras Basket (LNB - Argentina)
2014/15: Ford Burgos (LEB Oro)
2015/16: BeHappy2 CB Myrtia (Liga EBA)
2015/16: Sionistas (LNB - Argentina)
2016/17: BeHappy2 CB Myrtia (Liga EBA)
2017/18: Real Murcia Baloncesto (LEB Plata)
2018/20: Hero Jairis (Liga EBA)