España se jugaba los octavos de final ante una peligrosa Eslovenia (que había ganado en la primera fase a Lituania) en el primero de los partidos a todo o nada. Los balcánicos comenzaron mejor y llegaron a ponerse seis puntos arriba (16-22) en el inicio del segundo cuarto. Pero un parcial de 11-0 en los minutos anteriores y posteriores al descanso colocaban el 50-29 y llevaban la tranquilidad al equipo español.

Todo en una jornada en la que Serbia (una de las favoritas) había perdido ante Gran Bretaña y Grecia caía estrepitosamente ante Alemania. España volvió a utilizar sus grandes potenciales: una buena defensa, un líder en el puesto de base (Carlos Alocén) y la alternancia en la labor ofensiva con cuatro mejores anotadores en los cuatro partidos (Alex Galán, Sergi Martínez, Miguel González y hoy, Arnau Parrado).

Hoy no hizo falta el tiro exterior de Ignacio Rosa o Miguel González. Los triples no entraban, pero se hacía daño en penetraciones con Sergi Martínez o Joel Parra, y con el trabajo de Arnau Parrado en la pintura (14 puntos en 14 minutos, con 6 de 7 en lanzamientos). Un baloncesto coral muy difícil de defender que tiene su próximo reto ante Turquía (jueves 17:15 h), una generación comandada por Onuralp Bitim, Ragip Atar y Mert Akay, bien conocida por los españoles, y que hoy han ganado un partido que tenían perdido ante Italia.