ENTRENADORES
Diario del CES 2019: El día después
7/12/2019 - 7:25 AM
Se acabó el Curso de Entrenador Superior 2019. Y el día después, todavía en Eibar, el director Manolo Laborda reflexiona sobre nueve días de baloncesto, el colofón final de la charla de Pablo Laso y una clausura muy emotiva.
Levantarse y no ver la niebla del monte de Eibar. Desayunar solo, sin la parsimonia de Francis extendiendo la mantequilla en el pan o sin el ayuno voluntario de Iñaki y su “zumito de naranja”. Sin llegar al despacho de tutores, sin ver a los entrenadores por los pasillos, sin probar los micros, sin organizar el plan de recogida de ponentes con Paloma.
El día de después de una experiencia inmersiva tan humana con el CES, es difícil. Te falta algo. O mejor dicho te falta mucho. Se hace complicado concentrarse en las tareas diarias que ahora cada uno tenemos. La cabeza se te va a Eibar. Allí hay un montón de recuerdos.
Cerramos el curso por todo lo alto: Pablo Laso. Puntualidad absoluta. A las 16.00 todo el mundo sentado. Pero el caos urbanístico de Eibar le jugó una mala pasada a Pablo. No coger la salida adecuada en esta localidad es sinónimo de “recalculando ruta” y que el GPS te meta 10 minutos más a tu trayecto. Pero no importaba. Según entró en el pabellón, empezaron los aplausos. Esto prometía. Y no decepcionó. Casi 3 horas de baloncesto nos permitieron ver al Pablo Laso más auténtico. Al entrenador apasionado. Era como ver una película de las últimas temporadas de su equipo en versión original subtitulada.
Han sido 27 ponentes de máximo nivel los que han pasado por Eibar. Todos con un alto grado de implicación y de deseo de hacer bien “su ratito”. Salimos con la sensación de haber aportado todo lo que un entrenador superior necesita. Seguro que habrá cosas que mejorar. Escuchamos todo lo que nos hacen llegar los alumnos. Un entrenador que no mejora no tiene futuro. Nosotros no somos una excepción.
Si cierro los ojos, me viene una imagen a la cabeza. Último día. Salón de actos con luces apagadas. Viendo el vídeo de despedida que había preparado Paloma. Muy emotivo. Había fotos de todo y de todos. Silencio sepulcral. Oscuridad absoluta. Se acaba el vídeo. Se encienden las luces y ocurre: una especie de aplauso de 360º. Todos aplaudiendo a todos. Es un buen resumen de lo que hemos querido hacer. Todos al mismo nivel. Todos somos importantes. Alumnos y tutores. No hay distintos niveles.
¡Gracias por habernos dejado vivir esta experiencia con vosotros!