PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Hablar a priori de un España - Turquía en categoría U18M obligaba a remontarse a un verano de 2016 en el que ambos equipos se vieron ya las caras en las semifinales del Mundial U17 celebrado en Zaragoza. Una cita en la que el conjunto turco terminó por eliminar a España en su camino a la final y que a buen seguro tuvieron muy presentes ambos equipos en las horas previas.

Un año más tarde, y tras haber completado un gran campeonato, ambos equipos se veían de nuevo las caras a la búsqueda de una final, en esta ocasión en un Hant Arena de Bratislava en el que los espectadores pudieron vibrar con el vibrante espectáculo. Con ambos equipos sacando brillo a esos primeros minutos de tanteo, el intercambio de canastas mantuvo la igualdad durante los seis primeros minutos de un primer acto marcado por la igualdad (14-12). Con las defensas marcando el ritmo del encuentro, el acierto de la selección otomana desde la media y la larga distancia comenzó a pesar. Un matiz que comenzó a cambiar el signo del partido a favor de un equipo que veía como su fortuna de cara al aro se tradujo en un valioso parcial de 11-0 con el que debilitar la moral de una Selección Española a la que Joaquín Prado trataba de reconducir desde su pizarra (25-12).

Le vino especialmente bien el paso por el banquillo al equipo nacional. Las órdenes de su técnico en el entreacto dieron sus frutos con una mayor clarividencia en ataque culminada por un aro pasado de Miguel González y una mayor concentración defensiva con la que tratar de intimidar a una Turquía que, sin embargo, trataba de seguir a lo suyo (31-19). El conjunto "local" quería explotar sus armas pero fue en ese momento cuando España tiró de carácter, cerrando el rebote, corriendo y con una buena movilidad de balón que Didac Cuevas transformó en un parcial de 1-8 (2 triples) con el que poner a España de nuevo a rueda (32-27). El seleccionador turco paraba el partido y los ánimos de la afición española se dejaban notar en el Hant Arena. España crecía con el paso de los minutos y el mate logrado por Eiqitor era el mejor ejemplo de las intenciones de un equipo que se colocaba a un punto de su rival (36-35). Lejos del nivel exigido durante el primer periodo, Turquía chocaba con el muro defensivo de una selección española que culminaba su remontada con una canasta de Sergi Martínez con la que alcanzar los vestuarios por delante (36-37).

Con 15 minutos por delante para reflexionar, la Selección turca regresó a pista dispuesta a olvidar lo acontecido en un segundo periodo en el que España había visto como sus posibilidades de victoria crecían con el paso de los minutos. Con el marcador de nuevo parejo, el intercambio de golpes regresó a la pista favoreciendo ligeramente a un combinado turco que tomaba pequeñas rentas de entre uno y tres puntos neutralizadas en todo momento por el acierto de la Selección Española. Con el marcador de cara, Turquía comenzó a sumar en positivo con una mayor fluidez acercándose al final del tercer acto con una renta que soñaban con convertir en definitiva (55-48). 

Pero España no se rendía y los primeros minutos del últumo cuarto fueron un intento constante de reducir diferencias desde la defensa. Un reto que España convirtió en realidad con un estratostérco mate de Joel Parra que devolvió la igualdad al marcador a poco más de cincominutos del final (60-60). Un triple de Molins (60-65) permitía a España soñar pero quedaba aún mucho partido por delante. A Turquía comenzaba a temblarle la muñeca en posiciones cercanas al aro mientras que, los de Joaquín Prado encontraban fortuna de la mano de Joel Parra. España se colocaba dos arriba a falta de unas últimas acciones en las que Turquía buscó la igualada a la desesperada pero su falta de acierto desde el 4,60 terminó por certificar el triunfo e una Selección Española que luchará por la medalla de oro.


Los de Joaquín Prado se medirán mañana domingo al vencedor de la semifinal entre Lituania y Serbia (20:15h).