COMUNICACIÓN FEB

No ha sido fácil el Europeo de Montenegro para España. Lesiones, problemas físicos y un cruce de cuartos que tocó la moral de los jugadores españoles. Pero esta última victoria será importante para dejar el Europeo con una sonrisa y con las lecciones de experiencia que se llevan de un torneo en el que además de competir, es necesario aprender.

El partido comenzó con Javi García y Golden Dike en el banco. Un triple de Strautmanis colocaba a Letonia por delante (4-5) pero fue la única ocasión en la que España se vio por debajo en el marcador. Un parcial de 9-0 encabezado por Aleix Haro ponía el 13-5 con 5 minutos de juego y daba un golpe sobre la mesa al encuentro. Al final del primer cuarto, España ya superaba los diez puntos de ventaja (25-14).

Jaime Pradilla seguía asumiendo balones en ataque pero España encontraba más vías de anotación. Dominaba el rebote a pesar de la ausencia de Dike, y con un Haro y Carreño muy inspirados en el tiro exterior, seguía aumentando la distancia hasta llegar al descanso con un tranquilizador 45-30.

Tras el paso por los vestuarios, Letonia intentó quemar algunas de sus últimas balas. Apretaron en defensa, se volcaron sobre el rebote ofensivo y llegaron a ponerse en esa psicológica barrera de los 10 puntos (53-43 min 25), pero volvieron a aparecer jugadores resolutivos que habían contado con menos minutos de juego, como Héctor Alderete o Alessandro Scariolo, para seguir manteniendo la ventaja al final del tercer cuarto (68-54).

Un parcial de 6-0 de inicio en el último cuarto ponía los 20 puntos en el marcador (74-54) lo que dejaba la victoria casi asegurado. Llegó una segunda reacción de Letonia, con una defensa a la desesperada muy agresiva, pero España no perdió los nervios y manteniendo su producción ofensiva (anotó más de 20 puntos en todos los cuartos), certificó la victoria y la séptima plaza del Europeo. Aleix Haro terminó con 21 puntos, mientras que Jaime Pradilla firmó un 24+11 y Pau Carreño anotó 15 tantos