Entrenador del Lointek Gernika, Mario López se encuentra con la concentración de la U16 Femenina en San Agustín de Guadalix preparando el Europeo de Francia 2017 de la categoría. Un nuevo reto “con ilusiones renovadas”
Repitió varias veces el seleccionador femenino Lucas Mondelo la dificultad de “ganar después de ganar”. En ese mismo caso se encuentra Mario López, el técnico vasco que se proclamó campeón de Europa el pasado verano con la U16 Femenina, y que repite éste:
“lo afrontas con ilusiones renovadas, teniendo en cuenta que cada generación es diferente, con distintas características,… por lo que tienes que reinventarte cada año para conseguir llegar de la mejor manera al Europeo. También me siento privilegiado por trabajar con otra excelente generación que dentro de unos años serán grandes jugadoras.”
Porque esta generación del 2001 debuta en competición FIBA oficial con este Europeo de Francia, un equipo con
“talentos, sobre todo, en la línea exterior, con jugadoras como Laura Méndez, Ester Puiggros o Helena Pueyo; mientras que en el juego interior tenemos una clara referencia como es Raquel Carrera, con experiencia internacional. Quizás no tengamos el músculo que teníamos el año pasado con Lola Pendande o Aixa Wone, por lo que tenemos que trabajar esa carencia de potencia físico, o camuflarlo de alguna manera con defensas diferentes. En otras palabras, buscar el mejor estilo para estas jugadoras.”
"Tenemos que aprovechar el talento que tenemos y dotarlo de carácter"
Para conseguir ese objetivo Mario López tiene dos obsesiones:
“La primera es aprovechar el talento exterior y dotarlo de carácter, ya que no vamos a poder competir con selecciones de gran poderío físico. Talento tenemos, pero hay que buscar que ese talento fluya por la pista. Quizás nos faltan todavía esas señas de identidad que caracterizan a las selecciones de formación pero estamos en ese camino.” Por otro lado su segundo reto es
“conseguir esa química entre jugadoras y equipo técnico que fue fundamental en la consecución del Europeo. Para mí será tan importante como el trabajo técnico y táctico.”
Ahora se encuentran en esa primera semana de mucho trabajo físico. Concentradas en la localidad madrileña de San Agustín, tienen una preparación peculiar, porque disputarán una competición oficial como son las Jornadas Olímpicas de Hungría, lo que tiene sus pros y sus contras:
“Por un lado vamos a tener mucha competición, con grandes selecciones que luego estarán en el Europeo. La idea es ir creciendo en el campeonato, progresar más en los partidos que en los entrenamientos, que en Hungría serán pocos y cortos, aunque fundamentales para ajustar detalles” afirma López.
Por eso estos primeros días en Madrid serán claves, con
“mucha carga táctica y física, teniendo cuidado con las cargas de trabajo. Lo ideal es ir a las Jornadas Olímpicas con todo el trabajo táctico y ver en la competición qué nos sirve y qué no. Luego tendremos algunos días para ajustar conceptos antes del Europeo.”
"Vamos a tener mucha competición, con las Jornadas Olímpicas, y menos tiempo de entrenamiento"
Un Europeo en el que se cruzarán con Lituania, Polonia y Rusia en la primera fase antes de las eliminatorias directas de octavos de final.
“El año pasado perdimos el primer partido ante Alemania y luego nos cruzamos con ellas en la final; pero también sabemos que es bueno empezar ganando y conseguir una buena posición para los cruces, los partidos de todo o nada” afirma López que pretende que
“la competición de las Jornadas Olímpicas nos tiene que servir para coger esa experiencia. Tenemos que ser competitivos desde el primer día, siendo conscientes de que son niñas de 15 y 16 años a las que hay que ayudar para tener la mente limpia y que sepan sobreponerse de una situación crítica”.
Para ello cuentan con el gen del baloncesto femenino español, que ya ha ganado el oro en el EuroBasket Senior y en el Europeo U20:
“Ese gen se debe al trabajo de todos: de clubes, entrenadores, autonómicas, competiciones… y lo hemos visto el pasado fin de semana con María Araújo, una jugadora que decidió no irse a Estados Unidos y aprovechar los minutos de juego en Liga Femenina para evolucionar, progresar y proclamarse la mejor jugadora menor de 20 años de Europa.”