El 4 de octubre de 1973, hace hoy exactamente 44 años, la Selección vivió en Barcelona una de las jornadas más apoteósicas de su historia hasta aquel momento: la primera victoria sobre la Unión Soviética (80-76), y nada menos que en la semifinal de un Eurobasket, lo que acabó valiendo la medalla de plata.
En aquellos años, en plena guerra fría, el baloncesto europeo estaba dominado de forma indiscutible por los denominados países de Este, y de forma muy especial por la selección de la Unión Soviética. Era un equipo prácticamente invencible, que llegó al Eurobasket de Barcelona después de haber ganado nada menos que los ocho oros anteriores.
Pero en aquella ocasión no pudo con España, especialmente inspirada en los últimos minutos del partido, y con el protagonismo inesperado de
Miguel Angel Estrada, el pívot suplente en el banquillo de Antonio Díaz Miguel, que apenas había tenido minutos de juego en lo que se llevaba de campeonato. El ‘gigante’ madrileño (2.08) colocó dos tapones, uno de ellos al mítico Sergei Belov, y anotó dos canastas que certificaron el 80-76 final, tras haber saltado a la cancha en la recta final del choque. Fue una victoria lo que se dice increíble, pero que pudo ser vivida en
directo por Televisión Española y un día después en diferido.
El legendario ‘Nino’ Buscató, que era el capitán de la Selección y pudo punto final a su trayectoria internacional en aquel Eurobasket, explicó años después que “la victoria sobre los soviéticos la celebramos muchísimo en la pista. Vi a muchos llorar de alegría. Pero una hora después ya lo habíamos olvidado y sólo pensábamos en cómo poder ganar a los yugoslavos, lo que al final fue imposible”. De todos modos, el propio Buscató reconoció que “no fuimos conscientes hasta el final de lo que había significado aquel triunfo ante la URSS”.
A falta de diez minutos para el final del partido, España estaba dando la cara (58-63) pero se antojaba casi imposible dar la vuelta al marcador. Pero una canasta de Vicente Ramos lo equilibró al límite (62-63) y puso en pie a la afición que abarrotaba el Palacio de Deportes de Montjuïc. Con todo, a falta de cinco minutos para el final la URSS aún dominaba por 66-70 y pocos apostaban por lo que sucedió a partir de ese momento: un parcial 12-0 puso a España 78-70 a falta de sólo dos minutos para el bocinazo final. Ni siquiera el tiempo muerto solicitado por el seleccionador de la URSS, el legendario Vladimir Kondrashin, logró frenar la impresionante inspriación española, ni tampoco superar la defensa zonal implantada por Díaz Miguel.
Al final, incluyendo las acciones de Estrada, 80-76 para España y el público barcelonés invadiendo la cancha y levantando a hombros a Brabender, Díaz Miguel…
Aquella Selección histórica, dirigida por Antonio Díaz Miguel, la formaron Wayne Brabender, Vicente Ramos, Carmelo Cabrera, Enric Margall, Luis Miguel Santillana, Rafael Rullán, ‘Nino’ Buscató, Manolo Flores, José Luis Sagi-Vela, Clifford Luyk, Miguel Ángel Estrada y Gonzalo Sagi-Vela. España no tuvo opción en la final, que perdió frente a Yugoslavia por 67-78. Pero, al contrario de la semfiinal, de esta derrota ya nadie se acuerda…