José Luis Pichel, entrenador de la cantera del Fuenlabrada, dividió su charla en dos partes. El lunes 19 de diciembre trató los conceptos fundamentales del spacing, mientras que el martes 20 orientó esos conocimientos hacia el Pick and Roll. En ambos casos, de manera muy práctica, con numerosos ejercicios sobre la cancha a cargo de los jugadores del Basket Torrejón.

En el spacing (criterios de ocupación de espacios) se trata de buscar normas y variables para cada situación. ¿Pero cuántas? ¿En función de qué? De eso trató la primera charla, que comenzó con ejercicios de 2x0 en lado fuerte y lado débil. El objetivo es conseguir un criterio, unas normas para cada situación, aunque Pichel dejó claro desde el principio que "no se puede reglar todo. Esto no es ajedrez. El objetivo no es que el jugador calque la jugada sino dotar de dinamismo a su juego, darle unas bases. Y cuando las domine, hay que seguir creciendo..." El número de jugadores también fue creciendo sobre la pista (3x0, 4x0, incluso 4x4), adaptando las primeras normas del 2x0 a situaciones más complejas: de la penetración a las normas de reemplazos tras un desplazamiento. El técnico trabajó más variables, como tomar decisiones tanto en función del balón como del compañero, criterios para evitar un tráfico excesivo en la pintura, o evitar la penetración tras otra penetración ("hay que dar un pase más").

Pichel insistió en que, pese a su aparente rigidez, el spacing está al servicio del jugador, de su crecimiento: "Que el jugador sea capaz de tomar decisiones en función de lo que vea, de múltiples variables, que busque el espacio libre y actúe. Debe tener claro cuándo tiene ventaja y cuándo no. La decisión es suya y la toma de decisiones lo rige todo". Se trata, por tanto, de "enseñar a los jugadores a elegir bien".

La charla dio un paso más allá el martes al centrarse en el Pick and Roll, "sin duda -dijo Pichel-, la jugada más importante del baloncesto actual". Con la mezcla entre el concepto de espacios y la capacidad de tomar decisiones por parte de los jugadores, Pichel desarrolló distintas situaciones: el Pick and Roll frontal (con un interior o con dos), a 60º y el lateral. "Gran parte de las ventajas que se consigan tienen que ver con el talento de un jugador o de una sociedad", afirmó Pichel, que (igual que Jota Cuspinera) aconsejó utilizar en los entrenamientos y partidos la terminología en inglés, más corta y estándar. En esta segunda charla, el técnico utilizó un 5x5 casi desde el principio para trabajar un bloqueo directo "que parece fácil, pero en realidad es muy difícil de hacer bien. Solo se consigue con mucho tiempo de entrenamiento". Así, se ensayaron ataques contra defensas conservadoras o agresivas, roll corto o largo... Pero la formación del jugador no termina nunca. Una vez conseguido el objetivo, que los jugadores sean capaces de tomar decisiones, "hay que seguir avanzando, seguir enseñando cosas".

La segunda charla del lunes corrió a cargo de Jota Cuspinera, primer entrenador del Montakit Fuenbrada de Liga Endesa, bajo el título Del mano a mano al bloqueo directo. ¿Qué es un mano a mano? ¿Por qué lo jugamos? ¿Qué ventajas tiene? Lo primero fue responder a estas preguntas. En opinión del entrenador, este recurso técnico cuenta con dos ventajas principales: "Que la defensa no puede anticipar el lado de la salida salvo asumiendo riesgos, y que se reduce al máximo la posibilidad de cometer faltas de ataque". Siempre, claro está, que el gesto se realice bien, en carrera, sin detenerse, "porque si te paras, la ventaja desaparece".

Cuspinera aconsejó enseñar el mano a mano antes que el Pick and Roll y, sobre la pista, se centró en las tres formas de mano a mano según la posición en la pista (vertical de arriba abajo, vertical de abajo arriba y horizontal o paralelo), para detallar las ventajas de cada uno. "Cada ángulo del mano a mano repercute negativamente en un jugador y beneficia al otro", explicó. Además del factor sorpresa y la posibilidad de engañar al defensor, otra de las ventajas de jugar en movimiento es la capacidad para llegar antes al aro.

El técnico citó otros recursos, como el pase de bolsillo ("más rápido y vertical") y, fiel a su estilo, salpicó la charla de consejos a los jóvenes entrenadores que presenciaron el clinic: "No podéis corregir algo a alguien mientras no sea consciente de lo que está haciendo. Cuando enseñéis algo, jamás os olvidéis de lo que los jugadores ya hacen bien, hay que potenciarlo...".

El Clinic de Navidad se cerró el martes a última hora con el subcampeón olímpico José Manuel Beirán, que ofreció una charla sobre la ejecución del tiro. "Cada vez hay más tiradores, la media es mayor, pero cada vez hay menos excelentes tiradores, porque hay poca paciencia para enseñar los detalles. Para ser un buen tirador hace falta mucho tiempo, años de trabajo", sentenció Beirán, que durante la sesión dejó boquiabiertos a muchos asistentes con su procentaje de acierto desde todas las posiciones.

Como el tiro es trabajo y más trabajo, el exjugador aconsejó aprovechar los periodos de inactividad provocados por las lesiones: "Siempre que hay lesiones hay que intentar mejorar en algo. Se puede tirar sentado, solo tiros libres..." Eso sí, siempre de forma correcta, sin malos hábitos, porque "el sistema error-acierto no vale en el tiro. Cada tiro es importante y hay que realizarlo de forma correcta". Hay una mecánica, una forma correcta de ejecutarlo, pero "el tiro perfecto no existe. No lo busquéis, porque es imposible meter todos los tiros. Ni el mejor jugador del mundo llega al 60 o 70 por ciento de acierto al final de toda su carrera. Si existiera el tiro perfecto, todos los jugadores tirarían igual, pero son diferentes porque los tiros se adaptan a uno mismo. No es lo mismo ver a Stephen Curry que a Juan Carlos Navarro".

Beirán recordó que "la fuerza del tiro viene de las piernas" y detalló aspectos de la mecánica, como la posición de los pies, el ángulo del codo y la muñeca, el salto o la forma de sujetar el balón (con la yema de los dedos, no con la palma). Pero a la hora de enseñar no se puede corregir todo: "Si ves ocho errores, cambia uno o dos, no más". El objetivo es que conseguir que el jugador siempre tire igual y que lo haga de forma instintiva, sin pensar

Beirán dividió la enseñanza del tiro en seis pasos: conocer la teoría (mecánica), conseguir que el tiro siempre sea igual a base de repeticiones, tirar rápido, tomar la decisión correcta, encajarlo en el sistema de juego de un equipo, y ser capaz de tirar bajo presión. Hay ejercicios para trabajar cada paso y, en ese sentido, el subcampeón olímpico, aconsejó a los entrenadores en proceso de formación trabajar con creatividad, con situaciones reales de juego y adaptadas a que lo necesite cada jugador. Y siempre con atención a los detalles, porque "mejor 10 tiros bien hechos que 100 mal".